(16 de diciembre del 2022. El Venezolano).- La madre de una bebé recién nacida cuyo cuerpo sin vida fue hallado en el mar en junio de 2018 cerca de la costa de Florida fue arrestada cuatro años después de aquella trágica noticia de “Baby June”, como fue apodada la niña que conmocionó a la opinión pública.
El alguacil del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, encabezó el jueves una conferencia de prensa en la que se dieron detalles de la resolución de este mediático caso, que concluye con el arresto de la madre, identificada como Arya Singh, de 29 años, quien será acusada de asesinato en primer grado.
Bradshaw de acuerdo a nota de swissinfo, en unas emotivas declaraciones ante la prensa, se felicitó por la resolución del caso de “Baby June”, nada menos que 4 años después de que la bebé recién nacida fue encontrada flotando en el mar junto a la costa de Boynton Beach al este de Florida. En aquella fecha, el bombero fuera de servicio Chris Lemieux, que estaba navegando, encontró el cadáver de la bebé, que los médicos determinaron que no tenía más de 2 semanas de vida.
Singh, según el alguacil, dijo en el momento de su detención que no sabía que estaba embarazada hasta que dio a luz y que tampoco tenía conocimiento de si la bebé estaba viva o muerta. Un médico forense había determinado que se trató de un homicidio, dadas las condiciones en que fue encontrado el cuerpo.
Según las pruebas genéticas de ADN realizadas, la bebé tenía un 50% de ascendencia asiática y un 50% de africana, una combinación que se da en lugares como Barbados, Trinidad o Jamaica.
Los investigadores, sin embargo, no lograron en el inicio de la investigación dar con la identidad de la bebé tras realizar un rastreo en las bases de datos de todos los niños nacidos en los condados de Palm Beach y Broward en las fechas en las que se cree que nació “Baby June”. Los investigadores creen que el cuerpo estuvo al menos un día en el agua y que podría haber flotado desde el condado Broward hasta su vecino Palm Beach, más al norte.
El trabajo para resolver el caso no fue fácil y requirió de la intervención de investigadores especializados en “casos congelados”, que identificaron como primer paso al padre de la bebé quien dijo que no sabía nada sobre el bebé y que había tenido una novia en aquellas fechas que quedó embarazada. Los investigadores obtuvieron una muestra de ADN encubierta de la mujer que identificaron como sospechosa gracias a un pedazo de basura y comenzaron a construir el caso.