(01 de diciembre del 2022. El Venezolano).- Los presidentes Joe Biden y Emmanuel Macron celebraban la arraigada relación entre Estados Unidos y Francia, aunque en esa ocasión eran amigos con diferencias. El presidente de Francia aprovechó su visita a Washington para criticar con dureza algunos aspectos de la emblemática ley climática de Biden como un mal acuerdo para Europa.
Biden tenía previsto homenajear el jueves a Macron con la primera cena de Estado de su presidencia. Antes, los dos líderes se reunirían por la mañana en la Oficina Oval y según funcionarios de los dos países centrarían sus conversaciones en sus esfuerzos de mantener un frente unido ante la guerra de Rusia en Ucrania y coordinar su estrategia ante una China cada vez más asertiva.
Pero antes de su reunión el jueves, Macron dejó claro que él y otros mandatarios europeos siguen muy preocupados por los incentivos en una amplia nueva ley climática estadounidense que prioriza la tecnología de fabricación estadounidense, por ejemplo en vehículos eléctricos.
AP reseñó que Macron criticó la norma, conocida como Ley de reducción de inflación, durante una comida formal con legisladores estadounidenses y de nuevo en un discurso en la embajada francesa. El presidente galo dijo que si bien los esfuerzos del gobierno de Biden por frenar el cambio climático deben ser celebrados, los subsidios supondrán un enorme revés para las empresas europeas.
La Unión Europea ha expresado su preocupación sobre que las exenciones fiscales contempladas en la ley climática, como las que pretenden fomentar la compra de vehículos eléctricos en Estados Unidos, puedan discriminar contra productores europeos e incumplir las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Funcionarios estadounidenses han alegado que la ley hace mucho por acercar a Estados Unidos a sus objetivos para combatir el cambio climático y también creará oportunidades para firmas francesas y de otros países europeos.
Por otro lado, Macron criticó un acuerdo alcanzado en una reciente cumbre climática en el que Estados Unidos y otros países ricos aceptaron pagar por los daños que un mundo sobrecalentado provoca en países pobres. El acuerdo incluye pocos detalles sobre cómo se costeará y Macron pidió una estrategia más amplia, “no sólo un nuevo fondo que decidimos que no se financiará, e incluso si se financia, no se asignará bien”.