(12 de septiembre del 2022. El Venezolano).- Al comparecer a su primera final de Grand Slam, Carlos Alcaraz estaba apresurado. Después del volado de la moneda, el español se fue corriendo como un poseso a la línea de fondo para calentar. El juez de silla le llamó de vuelta a la red, porque faltaba la foto ceremonial previo al partido.
Tres horas después, Alcaraz emergió del estadio Arthur Ashe igual de efervescente, pero situado en otra dimensión, reseñó AP.
La precoz amalgama de valentía y madurez de este portento español de 19 años ya lo tiene en la cumbre del tenis.
Derrotó el domingo a Casper Ruud por 6-4, 2-6, 7-6 (1), 6-3 en la final del Abierto de Estados Unidos para conquistar su primer título de Grand Slam y convertirse en el hombre más joven en ascender a la cima del ranking.
Lo hizo en apenas su octava presentación en una de las cuatro grandes citas del tenis, y la segunda en el cemento de Flushing Meadows.
“Es algo que he soñado desde que era un niño”, dijo Alcaraz, quien esencialmente sigue siendo una criatura.
“He trabajado muy duro para ello. Me cuesta hablar ahora mismo. Son tantas emociones”, añadió durante la ceremonia de premiación.
Señalado para ser el próximo gran fenómeno del tenis masculino, el relevo que el deporte nerviosamente ansía ante la eventual partida de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic — los “Tres Grandes” que han ejercido una supremacía avasalladora durante las últimas dos décadas.
“Es uno de esos pocos talentos que aparecen de vez en cuando en el deporte”, dijo Ruud, un noruego de 23 años. “Es lo que parece. Resta por ver cómo evolucionará su carrera, pero todo marcha en la dirección correcta”.
Ante las enormes expectativas que cargaba en la mochila, Alcaraz respondió con un derroche de agallas — “de huevos”, como se encargó de describir con una expresión coloquial.
En este domingo lluvioso, con techo cerrado, Alcaraz no tuvo que exprimirse al máximo de cinco sets como en sus tres rondas anteriores. Pero por momentos evidenció el desgaste físico de una última semana tan increíble como agotadora.
Cedió el segundo set sin apelaciones y quedó expuesto a un par de puntos para set, con el marcador 6-5 en el tercero. Pero su temple de campeón resurgió para levantar cada uno de ellos, dando rienda suelta a la sutileza de sus devoluciones de volea.
Fotos AP.