(26 de junio del 2019. El Venezolano).- José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), este miércoles denunció que los niños migrantes viven una «barbarie nunca antes vista» en Estados Unidos por la política «deliberada» del presidente Donald Trump para disuadir la inmigración de centroamericanos.
Vivanco consideró que los funcionarios estadounidenses deben ser juzgados por las condiciones de los centros de detención para los menores de edad centroamericanos y por dividir familias al separar a los niños de los brazos de sus padres indocumentados.
«La situación de los niños que están en detención en Estados Unidos fácilmente se puede caracterizar como cruel, como inhumana, como indigna, como violatoria de los estándares nacionales e internacionales», manifestó, según EFE.
El abogado chileno expuso que HRW ha documentado casos de separación forzada de familias, de niños que aún están separados de sus padres y de centroamericanos a los que deportan sin informarles dónde están sus hijos.
Asegura que esta política de Trump para ganar la reelección en 2020 es «grotesca» ya que «representa un quiebre fundamental de los principios básicos de convivencia y que están fundados en el oportunismo electoral».
Vivanco también acusó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de colaborar con Trump por militarizar la frontera en un acuerdo alcanzado este mes para evitar la imposición de aranceles a productos mexicanos.
Consideró que es un error desplegar 6.000 miembros de la Guardia Nacional para detener el flujo de migrantes de Centroamérica por provenir de cuerpos de seguridad que están acusados de violar derechos humanos.
El representante de HRW tachó de insólita la decisión de Washington de cortar los fondos para el desarrollo de Guatemala, Honduras y El Salvador, pues cree que eso incrementará el problema.
«Trump no está interesado en conseguir resultados. Esto simplemente hace parte de lo que es su agenda electoral», enfatizó.
Por otra parte, Vivanco aseveró que América Latina tiene una crisis de refugiados «sin precedentes», originada por la crisis humanitaria en Venezuela y exacerbada por el incremento de emigración de Centroamérica y la crisis política de Nicaragua.
«Ese es un fenómeno que no lo habíamos visto nunca antes en América Latina, nunca. No hay precedentes de una salida masiva, de un éxodo, producto de las masivas violaciones a derechos humanos, de la inflación y la corrupción, también de la inseguridad en Venezuela», manifestó.