(09 de octubre del 2021. El Venezolano).- Basta con ver La Peste del Insomnio para asomarse por 15 minutos al talento de Leonardo Aranguibel. El cortometraje que escribió, produjo y dirigió como una iniciativa personal para lanzar un soplo de aire fresco en plena pandemia, ha participado en 24 festivales de cine, recibido 12 galardones a escala planetaria y ha sido subtitulado hasta en Alemania y China, algo que le emociona contar con su sonrisota de «baby face» y la humildad a toda prueba que lo caracteriza y mantiene incólume.
Para entonces director de producción de Disney Media Distribution Latin America, Aranguibel convocó a buena parte de los mejores actores de América Latina – el archifamoso Ricardo Darin entre otros-, para «protagonizar» algunos textos de Gabriel García Márquez referidos a la peste del insomnio que azotó a Macondo en Cien años de Soledad, la forma poética que imaginó Aranguibel para enviar esperanza y honrar la memoria de quienes han perdido la vida o arriesgado su vida para protegernos de la pandemia «y a todos los que viven escasez e incertidumbre», como explica al inicio del cortometraje.
Basta con leer las criticas que ha desatado este trabajo, no solo en la prensa de medio planeta sino entre sus espectadores vía YouTube, para coincidir en que estamos frente a un trabajo que conmueve y sensibiliza incluso hasta las lágrimas, como comenta más de uno luego de ver el corto.
Graduado de periodismo en la UCV con estudios en Dirección de Cine y TV y de redacción de guiones en la Escuela Internacional de Cine de Londres, Aranguibel dirigió telenovelas en Venezuela hasta se mudó a Estados Unidos para integrar la plantilla de NBC-Telemundo y desempeñarse luego como gerente y vicepresidente de producción original de HBO y Cinemax Latinoamérica y Brasil. Hasta que llegó a The Disney Company Latinoamerica en calidad de Productor Ejecutivo ascendiendo ahora a Vicepresidente, una escalera de ascensos que define muy bien otro venezolano exitoso en Estados Unidos, Richard Izarra, quien al frente de un emporio fundamental en la industria del entretenimiento latinoamericano, www.Produ.com, ha descrito el trabajo de Aranguibel como «parte activa en la creación de la nueva narrativa del contenido latinoamericano». Nueva narrativa que ha desarrollado a lo largo de 16 años en Disney Latin America y que lo ha pillado en el mejor momento, este que Aranguibel define como «la era de platino de la TV» y que ha obligado a todas las productoras de todo el planeta a homogeneizar la calidad gracias al acceso común a la tecnología de alto calibre. «Y al emparejarnos internacionalmente en tecnología, comienzan a valer más las historias».
Y ha sido la difusión de esos contenidos a escala mundial una forma de entrenamiento porque, afirma, mientras más series o filmes de todo el mundo logras ver, más aprendes y más se eleva el criterio para realizar el trabajo.
Nos atiende aterrizando en Cannes para acudir a CannesSeries, «corriendo para llegar a la inauguración… primera vez que salgo en dos años después de la pandemia, 16 horas consecutivas con máscara», dice cansado. Y es en esos eventos donde las empresas se percatan de que se enfrentan a un mercado altamente competitivo pero igual de rico en posibilidades. Disney Latin America, por ejemplo, lanza ahora centenares de producciones cada año, trabajo donde participan casi todos los paises de la región sin preocuparse por acentos o la cultura «porque lo que ahora es universal ha pasado a ser la historia que cuentas…por lo mismo hicimos un relanzamiento estratégico ya que hoy es mucho más valioso el contenido local que refleja el sitio donde es producido. Y, además, se rompió la barrera del idioma con el subtitulado en cualquier idioma».
Cuando aún seguía sorprendido por el éxito de La Peste del Insomnio – hasta The New York Times le dedicó una crítica altamente positiva-, a Leonardo Aranguibel le llegó la noticia de su nuevo cargo, ese que ahora lo mantendrá más ocupado y multi task que siempre, conversando a diario con sus equipos en México, Brasil, España o Colombia para conseguir, como suele suceder, que su empeño haga la diferencia. Un venezolano en las alturas de Disney Company