(13 de diciembre del 2020. El Venezolano).- Una información aparecida el día 10 de diciembre en la edición vespertina de Le Monde, el leerla me
llenó de interrogantes.
El artículo de prensa en cuestión consta de dos partes, una, la muy breve primera parte, digamos un preámbulo escrito por el comité de redacción de Le Monde, del cual nos referiremos y un artículo propiamente dicho firmado por Mark Weitzmann, el corresponsal de diario The Washington Post en Paris. Como podrán ver, este preámbulo al artículo de Weitzmann, hace referencia a ciertos aspectos contemporáneos de la sociedad francesa y que giran alrededor del derecho y la obligación de la objetiva información periodística , independientemente del país en donde se origine. Copio :
» Desde la apertura del juicio por los atentados en Paris de enero de 2015 [1] el debate francés sobre separatismo y laicismo ha provocado en Estados Unidos una sucesión de artículos y comentarios marcados por la falta de información, informaciones históricas no exactas y en ciertos casos aproximativos, incluyendo la pura utilización de información falsa. Estas informaciones tienen como fuente la de periodistas instalados en el corazón de la prensa más famosa (The New York Times, The Washington Post,
The New Yorker.) quienes permanecen mudos y ciegos ante una nueva práctica del periodismo estadounidense, periodismo este, que fue durante mucho tiempo el patrón oro, la guía de la prensa mundial «.
En esta nota yo me referiré al preámbulo antes mencionado donde se menciona una preocupación creciente de la prensa libre del mundo occidental.
¿ Las redes sociales respetan la constitución y las leyes de los EstadosUnidos? ¿ Finalizó la era de la libertad de prensa en los EE.UU ? ¿ Y si así fuese, cuáles serían las razones ?
Muchos analistas políticos quienes investigan sobre esta posibilidad, están utilizando como instrumentos de medición el comportamiento de muchos medios masivos de comunicación durante las últimas campañas electorales. Me referiré en esta nota y como forma de ilustrar esta mi preocupación, el
comportamiento en los días inmediatos al día 3 de noviembre de este año tanto por parte de los más medias tradicionales, prensa escrita y audiovisuales y muy especialmente lo referente a las modernas
redes sociales.
Ya que es innegable e igualmente necesario dejar sentado que todos, absolutamente todos los medios tienen la libertad de expresar sus simpatías por cualquiera, lo que no se puede aceptar y basados en el respeto de ese principio sacro santo como lo es la libertad de expresión, sería el de tergiversar o esconderinformaciones con el fin de proteger al candidato de sus simpatías.
Eso sería ir contra el espíritu de los legisladores que promulgaron la primera Enmienda a la Constitución del 15 de Diciembre del año de 1791 [2 ] en general y contra el espirito de la necesaria búsqueda del equilibrio de las informaciones en lo particular. Y de no ser así, eso sería, creo yo, un gravísimo error por las consecuencias que eventualmente acarrearía.
Entonces tendríamos que preguntarnos, si estudiásemos el caso concreto de las pasadas elecciones presidenciales de los EE.UU, si los mass media tanto tradicionales como digitales, no fueron imparciales y si sus simpatías llamémoslas de manera benévola, exageradas, no se convirtieron en faltas ?
Ahora bien, reflexionando sobre este anómalo proceso electoral, no podríamos dejar de mencionar una serie de situaciones creadas por parte de las increíblemente poderosas redes de información masiva como
lo son Facebook, Instagram y Twitter, quienes no han escondido sus simpatías por la candidatura de Joe Biden, cosa perfectamente legal en cualquier nación que practique como sistema político la democracia,
pero lo que si podríamos considerar anómalo es el marcado orientamiento, subrepticiamente, de esas inmensas empresas hacia sus particulares simpatías. Tomemos por ejemplo el caso del grupo de interconexión digital conocido como Facebook, propietario en unión de su esposa de la ya mencionada y de Instagram. Me refiero al Señor Marc Zuckemberg, quien a sus 36 años es propietario de una fortuna de 102.1 millardos de dólares americanos [4]. Traigo esto relativo a la fortuna de Zuckemberg, debido a
que 46 estados de la unión americana e inspirados en investigaciones del gobierno actual,[5] léase el gobierno de Trump, se han dirigido a las autoridades que controlan la libre competividad y las libertades
propias como son entendidas en la sociedad americana, demandando al gobierno que decida si estas empresas están beneficiando de la utilización de prácticas anticompetitivas y de tener un monopolio en
el mercado.
Si así fuese entonces nos será muy fácil entender la rápida y creciente fortuna del accionista de referencia de Facebook e igualmente su rechazo y menosprecio por la candidatura de quien le exige que
cumpla con las leyes de su país. Esto que a continuación copio y aparecido en el blog Perfil es muy sintomático de la posiciones asumidas por estos magnates que como es entendible, gravitan solamente en
base a sus intereses particulares . Veamos :
” La red social Facebook está preparando planes por si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se niega a aceptar el resultado de las elecciones de noviembre en caso de derrota, como la posibilidad de
desactivar toda la publicidad política para frenar la desinformación en dicho contexto, informó hoy el diario The New York Times. (Fuente www.perfil.com). Entonces debemos interpretar esto como que los
propietarios de estas centros de interconexión digital pueden ejercer un súper poder si así lo decidiesen ? O lo que podría ser aún peor, como es que conocían los resultados ya desde el 8 de agosto, o sea exactamente 90 días antes de las elecciones ?. No obstante que desde el inicio de la
pandemia se vislumbraban unas muy reñidas elecciones?
Ahora copio la opinión de la Abogada y Profesora Esperanza López Prado, Privacy Senior Associate at
ECIJA. Universidad Nebrija, CEF Centro de Estudios Financieros. Madrid, España. [3] opinión esta que no obstante fue emitida tres años atrás, es de mucha y creciente actualidad.
“” Todo lo anterior nos hace reflexionar acerca del alcance del derecho a la libertad de expresión para poder determinar hasta qué punto están amparadas nuestras opiniones, manifestaciones e ideas por la
misma. Resulta indudable que la libertad de expresión, derecho fundamental reconocido en el artículo 20 de nuestra Carta Magna, [ La Española] es el derecho que todos tenemos a expresar y difundir libremente
nuestros pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de
reproducción.””
Estas súper potencias, las verdaderas sociedades transnacionales del presente, no solo que crean opinión,
sino que maniobran a través de censuras disimuladas como un tentativo de salvaguardar el deber de no propagar falsas noticia.
Paradójicamente Twitter, ese monstruo de la comunicación digital, la más importante empresa de microblogging ha censurado y cancelado en innumerables oportunidades, mensajes emitidos por el
presidente Trump, acusándolo de utilizar a Twitter para la difusión de noticias falsas.
No deja de ser curioso que Twitter no tenga ni censurados ni bloqueados a los ministros de la dictadura venezolana ni a la mayoría de los militares que sostienen a la dictadura de maduro. Esto solo por citar
un ejemplo.
Ahora bien, me pregunto si esta acusación de 46 estados de la unión podría considerarse como la punta del Iceberg de un hipotético concierto conspirativo de grandes intereses que podrían plantearse, que a
través de ese inmenso poder [ in crescendo ] la ejecución de un proyecto para inspirar las bases de una sociedad, llamémosla eufemísticamente, “ mejor planificada ?”
Me parece que es menester preguntarse , si esta decisión de los dueños de los grandes centros de comunicación en los EE.UU de incumplir principios consagrados en la Constitucion americana, cuales son las verdaderas intenciones u objetivos y si la decisión de correr el riesgo de entrar en colisión con las normas que son las bases de la convivencia de cualquier nación, es simplemente el deseo de ser cada día más ricos o la intención podría de aquellas que se pueden definir de inconfesables ?
Y dentro de este océano de preguntas e interrogantes que por fuerza se desprenden de las intenciones de acumular más riquezas [ sin frenos? ] y por ende más poder de estos grupos trans nacionales, que
menester es recordar, que no solicitan autorización para entrar en los países donde hacen negocios y que normalmente no pagan impuestos.
Podría ser eventualmente nuestra obligación preguntarse si el conspirar para la no observancia intencionalmente de ese principio básico y primario de nuestras sociedades, como es la libertad de expresión y por ende la posibilidad de ejercerla en total libertad, no persiguiendo otros fines distintos a lo que conocemos como el vivir en sociedades donde el equilibrio es la única manera y forma a considerar.
Caminando sobre este binario, un poco real y un poco especulativo y hasta un poco también, permítanme, fantasioso, podríamos pensar y hasta sin gran esfuerzo, que es por lo menos muy curioso el constatar
que de los diez hombres más ricos del mundo, actualmente 7 de entre ellos, sus fortunas son debido a los medios informáticos y que estas fortunas seguirán creciendo en forma vertiginosa , gracias en gran parte
al desarrollo inesperado e incontrolado hasta hoy de ese virus, nacido y desarrollado en la RPC, al cual la ciencia médica llama Covid 19.
Termino esta nota con más interrogantes que respuestas con el inicio de una intervención del Abogado Ricardo Homs, Presidente de la Academia Mexicana de la Comunicación : El tres de junio pasado la Academia Mexicana de la Comunicación realizó un foro virtual titulado :
“”Redes Sociales, manipulación y libertad periodística””, el cual analizó un tema fundamental para el futuro
de nuestra democracia y que es la manipulación de la información a través del uso de las “redes sociales profundas”, para incidir en la labor periodística. Este tema es de vital importancia, pues representa un gran
peligro para nuestro país como es el surgimiento de una nueva forma de censura para limitar el ejercicio del periodismo , concluye en la presentación del evento el presidente de la Academia Ricardo Homs.