(22 de abril del 2024. El Venezolano).- La Universidad de Columbia y la Universidad de Yale han sido los últimos escenarios de protestas y arrestos, dejando en evidencia la profunda división y angustia moral que prevalece en los campus.
El lunes, la Universidad de Columbia tomó la decisión de cancelar las clases presenciales, mientras que la Policía arrestó a varias docenas de manifestantes en la Universidad de Yale. Estos movimientos ocurrieron horas antes de que comenzara la festividad judía de Pesaj, añadiendo un contexto adicional a la situación ya volátil.
En Yale, alrededor de 45 manifestantes fueron arrestados bajo cargos de invasión de propiedad privada, según Christian Bruckhart, portavoz del Departamento de Policía de New Haven, Connecticut. Todos fueron liberados posteriormente con la promesa de comparecer ante el tribunal en una fecha posterior.
Mientras tanto, en Columbia, más de 100 manifestantes pro palestinos fueron arrestados la semana pasada por instalar un campamento en el campus de la ciudad de Nueva York.
La presidenta de Columbia, Minouche Shafik, expresó su profunda preocupación por los acontecimientos en el campus y anunció la transición a clases virtuales para «reducir el rencor» y permitir que la comunidad académica considere los próximos pasos. Shafik subrayó la gravedad del conflicto en Medio Oriente pero instó a que no se permita que un grupo dicte términos ni altere hitos importantes como la graduación para promover sus puntos de vista, reportó Infobae.
En un esfuerzo por encontrar una solución a la crisis universitaria, se formará un grupo de trabajo con decanos, administradores y profesores en los próximos días, aunque no se ha especificado cuándo se reanudarán las clases presenciales.
Sin embargo, la protesta continúa en Yale, donde un gran grupo de manifestantes bloqueó una calle cerca del campus después de los arrestos del lunes. A pesar de la tensión, no se reportaron incidentes de violencia ni heridos.
Estos acontecimientos reflejan las profundas divisiones que existen no solo en las comunidades universitarias, sino también en la sociedad en general, en medio de un conflicto internacional que ha generado una amplia gama de opiniones y emociones encontradas. La búsqueda de soluciones pacíficas y el diálogo abierto se presentan como imperativos para restaurar la estabilidad y el respeto en estos espacios educativos de renombre mundial.