(09 de agosto del 2023. El Venezolano).- Si algo tiene el régimen de Nicolás Maduro es el uso de la posverdad para construir narrativas. La última es que Venezuela atraviesa una recuperación de la exportación y producción petrolera por el “efecto Chevron”.
Por Antonio de la Cruz
La semana pasada la agencia de noticias Reuters tituló: “Las exportaciones de petróleo de Venezuela aumentan en julio al nivel más alto en más de 3 años”. Asimismo, reporta que “la causa ha sido la firma de nuevos contratos de suministro y más envíos del productor estadounidense Chevron”.
Maduro necesita desesperadamente la narrativa de que el país tiene un mejor porvenir porque la de “Venezuela se arregló” ya nadie se la cree. La burbuja en el este de Caracas se desinfla. Se mantuvo por 34 meses, desde enero de 2020 hasta noviembre de 2022.
El impuesto a los pobres volvió
El índice de precios al consumidor anualizado se situó en 439% en julio de este año, según el Observatorio Venezolano de Finanzas. La tasa de inflación mensual se ubicó en 8,5% y la acumulada fue de 115% para los primeros 7 meses.
Asimismo, la economía entró en recesión este año, según la definición de la caída consecutiva del producto interno bruto por 2 trimestres. El primero bajó 7,6% y el segundo 6,3%, según el OVF. Igualmente, el Observatorio estableció que los motivos del desplome económico fueron la caída en el consumo y las ventas, y en el gasto público real.
Después de haber vivido siete años una fuerte contracción económica (2013-2020), el país vuelve a correr el riesgo, cada vez mayor, de entrar en una recesión en 2023.
El uso de la moneda estadounidense para transar bienes y servicios en el mercado nacional permitió crear el efecto de la dolarización de la economía, en la cual se han lavado los capitales provenientes de las actividades ilícitas del Estado mafioso-criminal que dieron origen a la burbuja de la “Venezuela se arregló”.
Para mantener la inflación bajo control, el Banco Central de Venezuela ha inyectado dólares al mercado cambiario para controlar la devaluación del bolívar, con la intención de lograr una depreciación meta entre 0,2% – 0,4% diaria (crawling peg). Esto ha demandado al régimen de Maduro el uso de divisas lícitas de las exportaciones petroleras y la liquidación de las reservas de oro.
Efecto Chevron
La gigante petrolera estadounidense Chevron Corp. ha contribuido con la estrategia para controlar la inflación a través de la política de contención cambiaria del régimen de Maduro.
Hasta este lunes, el BCV había desembolsado 2.665 millones de dólares en un esfuerzo por estabilizar la depreciación del bolívar este año. De esa cantidad, 980 millones de dólares provinieron de los pagos realizados por la gigante petrolera estadounidense por las exportaciones de petróleo venezolano a las refinerías del golfo de México.
Desde que Chevron Corp. obtuvo la licencia por parte de la administración Biden para reanudar la explotación y exportación de petróleo con la estatal petrolera venezolana Pdvsa (Empresas Mixtas) en noviembre del año pasado, el bombeo y los envíos de crudo de Venezuela aumentaron de manera constante durante la primera mitad de este año.
Actualmente, Chevron produce 57% del total de barriles de petróleo extraídos antes de que la administración Trump colocara las sanciones a Pdvsa en 2019. Asimismo, representa 17% de la producción total de Venezuela en julio (758.000 barriles/día).
La serie de la producción y exportación de petróleo desde enero de 2020 hasta julio de 2023 muestra un leve crecimiento sostenido del bombeo de crudo a partir de septiembre de 2020, cuando Pdvsa inició la importación de condensado iraní para mezclar con los crudos extrapesados de la faja del Orinoco -el área de mayor extracción- en las empresas mixtas.
En cuanto a las exportaciones -ingresos de divisas-, el “efecto Chevron” ha representado un incremento de 11% desde mayo de 2023, luego de que el nuevo presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo, coronel Pedro Tellechea, restableció los contratos de exportación durante febrero y marzo.
La narrativa del “efecto Chevron”, que ha permitido alcanzar el nivel más alto de la exportación de petróleo en casi tres años y medio, conduce a apuntalar que las sanciones sobre Pdvsa han sido las responsables de la destrucción de la industria petrolera. No así la “Pdvsa roja, rojita” y su saqueo, verdaderos causantes de la ruina.
El “efecto Chevron” entrega la actividad petrolera a los socios minoritarios en las empresas mixtas para que operen, cobren y le den a Maduro el vuelto, si queda.
Al mejor estilo de la dolarización, esto es la privatización del sector de los hidrocarburos. Es la salida madurista para seguir saqueando el país, lavando los dólares de las actividades ilícitas a través de la intervención del BCV en el mercado cambiario. A pesar del aumento de 11% en la producción de petróleo en el primer semestre, el resultado no fue lo suficientemente robusto para neutralizar la disminución en los elementos claves de la demanda agregada interna (el consumo, la inversión y el gasto gubernamental).
Además, el “efecto Chevron” tiene una contraparte. Conseguir “apoyar un proceso liderado por Venezuela que conduzca a la restauración de la libertad y elecciones justas”. Lo contrario obligaría a la Casa Blanca a revisar la continuidad de la licencia otorgada a Chevron por parte de la Secretaría del Tesoro (OFAC) con la anuencia del Departamento de Estado.
Conclusiones
El “efecto Chevron” es la nueva narrativa del régimen de Maduro para lograr la relajación de las sanciones estadounidenses y la motivación para otras empresas petroleras a invertir en Venezuela.
El aumento de la producción y la exportación de petróleo por parte de Chevron no han generado la actividad económica necesaria para evitar la contracción económica en el primer semestre del año.
La relajación de las sanciones sobre Pdvsa por parte de la administración Biden -licencia a Chevron- por una salida electoral a la crisis que hay el país no se ha dado. Más bien ha habido un empeoramiento del escenario político.
El “efecto Chevron” tendrá el mismo final de la “Venezuela se arregló” si la casta madurista sigue empecinada en escoger el candidato opositor y las reglas electorales.
Por otra parte, más temprano que tarde, la Casa Blanca con los gobiernos democráticos de Occidente reforzarán la coalición internacional e interna en pro de la democracia en Venezuela.