(28 de septiembre del 2020. El Venezolano). El reloj del año 2020 sigue corriendo, mientras un número no contabilizado de venezolanos se encuentra «varado» en algún lugar del mundo o del país, esperando retornar a sus hogares.
Parece ser un grupo que no encuentra cabida en la atención del gobierno ni de la oposición y a veces de la sociedad misma, quienes no ven la situación de los varados como un tema prioritario.
Por otro lado se encuentra la realidad de un sector aéreo que ya muestra signos de gravedad, tomando en cuenta principalmente la disminución abismal del flujo de caja de sus empresas.
«El aeropuerto Internacional de Maiquetía se encuentra listo en cuanto a medidas de bioseguridad» es la frase en que coinciden autoridades del Inac, aerolíneas y agencias de viaje; sin embargo, no hay luz verde para la reactivación de los viajes nacionales ni internacionales.
Una de las principales razones por la que no se autoriza la reactivación es porque aunque Maiquetía está lista, otros aeropuertos nacionales no , a esto se suma el tema de la poca oferta de combustible y lo engorroso que sería activar a la vez las frecuencias regulares, por lo que uno de los puntos de la propuesta es :
1.- Activar vuelos NO regulares, es decir contar la autorización de vuelos bajo un esquema parecido al de los llamados vuelos humanitarios, por ejemplo si salían 5 vuelos a la semana para determinado destino, ofrecer dos .
2.- Repostar gasolina fuera de Venezuela, algunas fuentes nos han comentado sobre esta posibilidad, que permitiría tener cierta autonomía en este tema.
Estas serían algunas de las aristas de la propuesta guardada con sumo recelo por los operadores aéreos. Mientras tanto se espera una respuesta oficial, las aerolíneas siguen realizando estudios y evaluando en qué condiciones estarían en capacidad de reactivar operaciones.
Es importante destacar también que las aerolíneas nacionales y hasta las internacionales (caso Air France por ejemplo) no están en disposición de seguir volando hacia los mismos destinos que volaban hasta antes de la pandemia del Covid-19
La opacidad informativa en este sector, la dificultad al acceso a la fuente oficial, hacen de este tema vital y prioritario un misterio innecesario.