(2 de septiembre de 2019. El Venezolano).- El gobierno de Donald Trump está empleando las sanciones y la diplomacia para presionar la salida de Nicolás Maduro del poder, pero hasta ahora no ha mostrado la intención de usar la fuerza militar, aunque tampoco la ha descartado.
Washington junto con otras decenas de países reconocen a Juan Guaidó como líder legítimo de Venezuela.
Guaidó, líder de la Asamblea Nacional, invocó en enero una disposición constitucional para proclamarse presidente encargado de Venezuela, argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue un fraude.
“Lo que queremos nosotros no es una intervención militar de la comunidad internacional, sino una salida pacífica, política, democrática con la Constitución de Venezuela. ¿Cómo pueden tener una democracia cuando la gente no puede escoger con votos?”, dijo el encargado de negocios para Venezuela que despacha desde Bogotá, James Story, en una entrevista con 2001.
“Ya existe una intervención militar, hay militares rusos en el país, chinos y sabemos que hay un montón de militares cubanos”, agregó Story.
El Departamento de Estado anunció el miércoles que abrirá una Unidad de Asuntos de Venezuela que estará dirigida por James Story, el encargado de negocios de Estados Unidos para Venezuela y quien fue uno de los últimos diplomáticos estadounidenses retirados de la embajada en Caracas en marzo, cuando Maduro rompió relaciones políticas con Washington.
Con la mediación de Noruega, el gobierno de Maduro y la oposición iniciaron un acercamiento para superar la crisis, pero luego hubo una pausa, reseñó Reuters.
Sin embargo, Maduro informó que su gobierno retomó el contacto con Noruega y los representantes de la oposición, al reconocer que suspendió la participación de sus delegados por las últimas sanciones estadounidenses.
“Seguramente en los próximos días se darán buenas noticias del proceso de diálogo”, dijo Maduro en una entrevista en Caracas concedida a la agencia de noticias china Xinhua.
El mandatario izquierdista, que mantiene el control de las funciones del Estado, incluida las Fuerzas Armadas, califica a Guaidó como un títere de Washington que busca derrocarlo con un golpe.
Mientras, Guaidó acusa a Maduro de usurpar el poder y lo responsabiliza de la crisis que empobreció a la población y obligó a unos 4 millones de venezolanos a salir del país.