(11 de septiembre del 2020. El Venezolano).- Le escribo Rafael porque en su entrevista veo que apela a la mala memoria de muchos, y eso es muy peligroso. Yo no soy ni seré jamás una persona política, soy profesional de la industria, una a la que amo y que lamentablemente tuve que dejar por la enorme politización a la que usted la llevo.
Si hay un derecho que tenemos que defender, junto a la salud y la educación, es el derecho al trabajo, y este no puede estar sujeto a las vinculaciones políticas, ni servir de medio para oprimir y controlar las libertades más básicas.
Regresando a las aclaratorias sobre los temas que usted responde durante su entrevista, quiero destacar las siguientes cifras que provienen de fuentes confirmables:
Usted dice que la desinversión en PDVSA, que afectó la operación de sus refinerias y originó la baja en la producción, no ocurrió durante su presidencia de PDVSA, y yo le recuerdo lo siguiente:
- La inversión en PDVSA de 2006 comparada con la de 1998 tuvo una reducción de más del 61%. Aun cuando el precio del petróleo era de menos de 20 USD/BBL y en el 2006 pasaba los 55 USD/BBL.
- La inversión solo se recuperó después del 2006, pero aun en ese momento solo se invirtió el 6% en refinación, ya que 63,37% fue a producción y 20,92% a gas. Sin embargo, a pesar de esa inversión no se logró un aumento en la producción, que ya estaba por encima de 3 MMBPD a mediados del 2003 debido a que aun permanecía la infraestructura instalada antes de 2002, y no habían ocurrido las expropiaciones y migración de empresas.
- La inversión en el sector refinación reaparece desde el 2008 al 2011, sin embargo, los mantenimientos mayores por planta fueron diferidos por años.
- Después de 2009 la inversión en los campos de producción tradicionales se redujo drásticamente al 11,62% en 2012, cuando se dedicó el presupuesto a la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO).
Usted dice que la contribución social no afecto a la industria, y que los enormes gastos en las campañas eran necesarios, cosa que va contra la ley, usted aprobó el uso de recursos del estado y lo dice abiertamente. Le recuerdo:
- Desde 2006 la contribución social de PDVSA fue excesiva. Solo en 2006 fue 7 veces la inversión en PDVSA, y del 2005 y el 2013 se mantuvo sobre 4.2 veces.
- Desde el 2006 la contribución social fue más de 42% de los ingresos brutos, con un pico de 57% en el 2012. Al lado, muchas empresas que generaban empleo quebraron por la falta de pagos. PDVSA aprobaba presupuestos internamente, pero la realidad es que no los entregaba y luego culpaban a los gerentes por no ejecutar.
Usted se enorgullece de haber acabado con la tercerización, y yo le indico que ese fue uno de sus mayores errores. No dio la indicación de cómo hacerlo y debido a eso se consideraron tercerizados a empleados de empresas que tenían estructuras, procesos, conocimientos y gerencias que prestaban servicios eficientes a la industria petrolera.
Costó mucho explicar a RRHH que una consultora de ingeniería no es una tercerización. Que un servicio especializado tampoco lo es. Y la política de “esfuerzo propio” sin entrenamiento ni planificación nos llevó al desastre y cuando no, a lo que podemos llamar gerentes del “diente roto” donde la política de calladito me veo mejor era la norma.
La productividad de PDVSA o relación entre la producción y el número de empleados declinó abruptamente desde el 2005, y en 2014 ya llegaba a una cuarta parte de la que tenía en 1999. Y es de todos conocido que cuando una empresa no se focaliza en sus negocios centrales, y sus objetivos de desvían, los recursos son mal empleados y su productividad baja.
Usted habla de la tercerización, pero no habla de como los sueldos y beneficios de los empleados de PDVSA se fueron a pique durante su gestión. Como la eficiencia de la operación de áreas como logística y comedores se fue al sepulcro.
Usted dice que dejo las refinerías funcionando y en perfecto estado de mantenimiento, y sobre esto le digo:
- PDVSA comenzó a importar componentes para la mezcla de gasolina y productos terminados desde el año 2012.
- Desde el 2009 los reportes públicos de refinación se hicieron menos específicos en la calidad, y adicionalmente se comenzaron a presentar los resultados operacionales de las refinerías nacionales e internacionales combinados, esto para tapar el horror que venía ocurriendo.
- Solo como ejemplo, con su política de “esfuerzo propio” la Planta Catalítica de Cardón” pasó más de 4 años siendo adecuada. ¿Cuántos recursos dejó de percibir Venezuela en ese tiempo?
En el año 2000 PDVSA tenía 17 empresas bajo control directo (y 44 asociaciones), en 2015 tenía 135 empresas bajo control directo provenientes de la conversión de las asociaciones estratégicas en empresas mixtas y las expropiaciones de las empresas de servicio entre el 2007 y 2009. Si se revisan los testimonios, en la mayoría de esas empresas se perdió el control, eficiencia y gobernabilidad.
El control, por ser PDVSA socio mayoritario, pasaba por una larga cadena burocrática, que hacía imposible cualquier gestión eficiente. La mayoría de las empresas asociadas redujeron su personal al mínimo necesario para permanecer, a la espera de “tiempos mejores”. Las nuevas inversiones desaparecieron.
Si revisamos la data de la montaña de Coque que hay en Jose, yo le aseguro que estaba allí mucho antes de que usted dejara de ser presidente de PDVSA. Esa montaña es un fiel reflejo de los resultados operacionales del antes y el después de sus decisiones sobre PDVSA.
Por cierto, que la producción de petróleo ya había caído por debajo de los 3.000.000 BPD a 2.785.000 BPD en 2014, y esto debido a la mala gestión en las áreas tradicionales y a los contratos equivocados de la FPO. Estaba previsto para ese año tener una producción sobre los 5 MMBPD, y claro está que no se logró en su gestión.
Le pregunto, ¿qué empresa extranjera invirtió grandes capitales para desarrollar la FPO? y donde están esos desarrollos?, ¿y porque no lo hacían? Pasaron de ser operadores que ganaban un porcentaje de la producción, de la que eran responsables, a dueños de un porcentaje del reservorio y las instalaciones. Socios minoritarios sobre algo que antes no era de ellos. Sus activos en libros se multiplicaron, y entonces, ¿para que invertir? Y lo otro, por cada centavo de inversión, PDVSA tenía que ir a iguales. Y PDVSA con tanto dar y dar en inversión social no contaba con los recursos. Una espiral de estupidez.
El tema de los Estados Financieros y la forma macabra de cubrir la realidad es un tema que algún día alguien debería investigar. Para mí, cuando la empresa pasó al dominio total del gobierno central, mismo que maneja el banco central, y bajo una política de control cambiario, esos Estados Financieros son por decir lo menos, una comiquita, una realidad creada para que se vea bonita.
Dios mío, yo no creo que usted crea lo que dice, yo creo que usted sabe muy bien el monstruo que creo y como fue usted el que propicio esta debacle. Después vinieron los militares, ignorantes del negocio petrolero y tratando a los técnicos como a sus soldados, con lo que frenaron absolutamente las operaciones. Pero ya la rueda de la destrucción llevaba rato rodando. Usted lo sabe muy bien.
Un amigo cubano me conto que igual ocurrió con las azucareras de Cuba (Oh me acorde de PDVSA Agrícola, otra torta y un derroche mayor, en manos de su tío), como destruyeron lo que había y los sueldos también decayeron. Así, todos profesionales y técnicos quedaron en la miseria y se hicieron dependientes de las migajas que reciben (la propia gallina de Stalin). De allí que pienso que usted tal vez no es un mal gerente, usted tiene un plan y lo sigue. Una receta que viene de la isla.
Supongo, como deben suponer muchos venezolanos, que usted debe contar con el apoyo de muchos que han creado un monstruo paralelo que conserva el recuerdo fantasioso de las promesas de Chávez, para aparecer como el adalid de nuestra salvación. Solo ruego a Dios que no le crean, y que busquen en la historia de PDVSA, en los reportes mal tapareados, y sobre todo en la memoria de los que siendo técnicos tuvimos que soportar su mala gestión, por no querer abandonar una industria que nos vio nacer como profesionales y a la que hemos dedicado nuestras vidas.