(21 de julio del 2020. El Venezolano).- El régimen de Nicolás Maduro tiene días aún más difíciles por delante, producto de la pandemia del coronavirus y un mayor deterioro de la economía, pero la dictadura venezolana probablemente sobrevivirá el incremento de la presión, al menos en un corto plazo, pronosticó Jane’s en un informe.
La compañía británica especializada en temas militares emitió un informe sobre el escenario de Venezuela para los próximos 12 meses que entre otras cosas evalúa las distintas opciones que el gobierno de Estados Unidos tiene para emprender una acción armada contra el régimen de Caracas, advirtiendo que éstas en realidad son poco probables debido al poco respaldo político que tendrían en la región y al riesgo de que la incursión no tenga un rápido desenlace.
Las probabilidades favorecen el escenario de la supervivencia de Maduro debido principalmente a que el dictador cuenta con el respaldo de la máxima cúpula de las fuerzas armadas, cuyos integrantes obtienen millones de dólares a través de operaciones de narcotráfico y de corrupción bajo la sombra permisiva del régimen.
Maduro “otorgó el control de los servicios petroleros, los puertos y las importaciones a altos comandantes de las Fuerzas Armadas y de la policía. Algunos han explotado estos sectores para beneficiarse del narcotráfico, el contrabando de combustibles y la minería ilegal, según las autoridades estadounidenses”, resaltó el informe divulgado esta semana entre clientes.
Un cambio de gobierno “destruiría la influencia económica y política de los comandantes”, quienes “también enfrentarían juicios por corrupción, violaciones de los derechos humanos durante las protestas y otras actividades criminales”.
Aún así, Maduro tiene días oscuros por delante, en la medida en que el coronavirus avanza en Venezuela, incrementando los ya extensos problemas sociales que padece el país petrolero.
Los venezolanos, el 80 por ciento de los cuales no comen las tres veces al día y viven bajo condiciones de pobreza extrema, comienzan a ser golpeados por la pandemia mundial sin posibilidades de recibir alivio de un sistema de salud que se encuentra bajo un estado total de descomposición y que carece de camas de hospitales e insumos de primera necesidad.
La pandemia también acentuará los problemas económicos de la otrora próspera nación petrolera.
El país, que ya vio el tamaño de su Producto Interno Bruto caer en un 70 por ciento desde que Maduro asumió el poder en el 2013, podría ver otra contracción económica de 23 por ciento este año, debido principalmente al impacto del COVID-19, resaltó el informe.
“Ésta contracción va a ejercer una mayor presión sobre Maduro y su base de respaldo seguirá erosionándose. Pero pese a ello, el liderazgo militar probablemente seguirá respaldando a Maduro, debido en parte a temores de los oficiales de ser enjuiciados de producirse un cambio de gobierno”, resaltó el estudio.
La prolongación del colapso económico probablemente incrementará el descontento dentro de los cuadros medios y bajos de las fuerzas armadas y los organismos policiales, debido al deterioro de sus condiciones de vida.
Eso podría conducir a motines aislados e incluso incursiones armadas por parte de desertores que buscaron refugio en el exterior.
Pero acciones de ese tipo probablemente fracasarían debido a problemas de comunicaciones y coordinación, además de la falta de acceso a armamento y municiones.
La administración de Donald Trump, que lidera una coalición internacional de 60 países que desconoce la legitimidad de Maduro, ha aplicado estrictas sanciones económicas contra el régimen de Caracas, acusándola de haberse convertido en una narcodictadura.
Washington también redobló la presencia militar en El Caribe en un intento por interceptar los envíos de droga desde Venezuela hacia Estados Unidos y Europa, pero es poco probable que termine aprobando una intervención militar, dadas que éstas “son de alto riesgo y en consecuencia poco atractivas”.
El informe de Jane’s resalta que Washington tiene tres opciones militares distintas por delante, incluyendo la posibilidad de enviar fuerzas especiales y de hacer uso de ataques aéreos para ‘”decapitar” al régimen.
Pero no hay garantías que este tipo de operaciones conduzca a una rápida conformación de un gobierno de sucesión que pueda tomar control del país, y por ende genera el peligro de crear una situación de inestabilidad que requiera de una prolongada presencia de militares estadounidenses, dijo el informe.
Una segunda opción sería suministrar respaldo logístico, y de otro tipo, aunque sin incluir el despliegue de personal militar, a un intervención armada liderada por países de la región que ingresaría a Venezuela con la misión de sacar a Maduro del poder y suministrar ayuda humanitaria, en un papel parecido al que Estados Unidos jugó en la operación de la OTAN del 2011 para remover a Muhamar Gadafi.
Pero la opción también es poco probable en el escenario a corto plazo debido a la falta de respaldo entre los países de la región. La situación, sin embargo, podría cambiar si Colombia percibiera que su seguridad nacional se encuentra amenazada e invocara la necesidad de una intervención regional con respaldo de Estados Unidos.
La tercera opción sería una intervención multinacional, esta vez liderada por Estados Unidos, para sacar a Maduro del poder. Pero la alternativa también es poco probable debido a las razones anteriores, dijo el informe.