En el marco de una profunda recesión económica, el Producto Interno Bruto (PBI) de Argentina cayó 5,1 % en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2023.
Así lo estimó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su último informe sobre la actividad económica del país sudamericano, en el que detalló que retrocedió 2,6 % respecto al cuarto trimestre del año pasado.
En la comparación interanual, entre los componentes de la demanda, el mayor descenso se observó en la formación bruta de capital fijo, es decir, la inversión, con -23,4 % interanual (ia). Otros sectores que registraron importantes caídas fueron el de la construcción (-19,7 %, ia), la industria manufacturera (-13,7 %) y las actividades de intermediación financiera (-13,0 %).
En la misma sintonía se desplomó el consumo, que se retrotrajo –6,7 % producto de la pérdida adquisitiva de trabajadores y jubilados producto de la alta inflación, mientras que el gasto público se redujo 5 % por los profundos recortes aplicados por el Gobierno de Javier Milei.
Los datos confirman el cuadro recesivo que atraviesa Argentina por las medidas económicas de ajuste de la gestión libertaria, que afectan al consumo, a la producción y también impulsan el desempleo.
Aunque la inflación se desaceleró en mayo por quinto mes consecutivo, sigue siendo alta (276,4 %), mientras se dispararon las tarifas de servicios públicos por la quita de subsidios y los ingresos de trabajadores y jubilados no han sido actualizados a la par, generando una pérdida del poder adquisitivo.