(15 de febrero del 2024. El Venezolano).- La Policía Municipal de Madrid fue testigo de las carencias en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid entre marzo y abril del año 2020, durante la primera ola de la pandemia de coronavirus. Las visitas a todas ellas se plasmaban en actas de inspección a las que ha tenido acceso RNE y en las que también aparecen reflejadas algunas quejas comunes de los responsables de los centros.
RTVE reseñó que los agentes registraron en prácticamente todos los informes las denuncias de falta de material adecuado, en especial de equipos de protección (EPI) y de test diagnósticos, lo que impedía diferenciar qué pacientes estaban sanos y cuáles no. Una situación que, por ejemplo, se encontraron los agentes en su visita del 6 de abril a la residencia de Nuestra Señora de Montserrat, donde había un paciente con síntomas compartiendo espacio con personas aparentemente sanas.
Si bien era habitual el aislamiento de los casos sospechosos y el cierre de zonas comunes, algunos responsables relataron a la Policía la imposibilidad de realizar un correcto cribado en los centros, e incluso hubo quejas por la orden de no derivar pacientes a los centros hospitalarios.
Este es el caso de la residencia de mayores Mirasierra. Allí fallecieron 60 personas y su responsable contó, según un acta fechada el 23 de abril, que no se aceptaron derivaciones de pacientes al Hospital de La Paz. Días antes, el 9 de abril, en la residencia Geriasa contaron a los agentes que si hubieran podido contar con esa ayuda, no habrían fallecido las 33 personas que perdieron la vida en el centro.
También es recurrente la mención al cansancio físico y mental de los trabajadores y la falta de rotación de las plantillas, mermadas por las bajas provocadas por la COVID-19. Es por eso que muchos centros relataron a los agentes la necesidad de contar con más personal, sobre todo de enfermería o médicos.
El 2 de abril, en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, la responsable relató una situación muy dura: eran solo seis trabajadores para atender a los 46 internos y no daban abasto para realizar una atención adecuada.
Los familiares piden “verdad, justicia y reparación”
En España, durante la primera ola de la pandemia, murieron en residencias de mayores más de 20.000 personas, según los balances oficiales. En la Comunidad de Madrid, fallecieron hasta 9.468 ancianos en las residencias. De ellos, 7.291 no fueron trasladados a ningún hospital.
María Jesús Valero, familiar de una de las víctimas y miembro de la plataforma Marea de Residencias, ha afirmado en una entrevista en Radio 5 que han recibido la información de las actas policiales con mucha sorpresa. “Llevamos cuatro años pidiendo la verdad, investigando a través de querellas y estas actas no han salido a la luz. Y sobre todo que ahora la Comunidad de Madrid quiera seguir escondiéndolas, da lugar a pensar que habrá en ellas”, ha apuntado.