(03 de marzo del 2023. El Venezolano).- Pedro Nel Carvajalino Amaya, un ciudadano de nacionalidad colombiana que llegó a Venezuela en el año 2005 (entró de manera ilegal por una trocha), es el jefe del laboratorio de redes sociales del empresario (también colombiano) Álex Saab, mejor conocido en los bajos fondos como el testaferro de Nicolás Maduro (otro colombiano).
Por Gustavo Lainette
Carvajalino, de acuerdo con información de inteligencia que maneja la Policía Nacional y el Ejército de Colombia, fue reclutado por las FARC cuando tenía apenas 12 años. Carvajalino se afilió al partido comunista de Colombia a los 16 años. Y cuando apenas cumplió los 20, las FARC decidieron enviarlo a Venezuela con la misión de incorporarse al proyecto político de Hugo Chávez.
Desde el 2005, Carvajalino ha trabajado para el chavismo/madurismo. Pero nunca ha dejado de trabajar, simultáneamente, para las FARC.
El moderador del programa Zurda Konducta estuvo en Bolivia, Chile, Argentina y Colombia, cumpliendo instrucciones de las FARC. En cada uno de esos países la misión siempre fue la misma: desestabilizar a los gobiernos democráticos y crear las condiciones para que se produjeran estallidos sociales que permitieran la llegada al poder de gobiernos de izquierda. Fue la misma receta que las FARC y los grupos de la izquierda radical aplicaron en Venezuela en febrero de 1989 cuando el caracazo.
Carvajalino ha intentado sin éxito desmentir las denuncias que hay contra el mediante una campaña de desinformación que utiliza notas y videos viejos (relacionados con fake news, montajes, y una feroz campaña de extorsión que hubo contra este servidor por parte de un grupo de mercenarios de la comunicación) para intentar desviar la atención y ocultar su pasado guerrillero.
Pero eso no servirá de nada. Aquí no se trata de debatir sobre asuntos personales de la vida amorosa o familiar de cada quien. Aquí de lo que se trata es de denunciar a un guerrillero de las FARC que se metió en Venezuela para conspirar y para atentar contra los venezolanos de bien, que gracias a Dios son la mayoría.
Carvajalino puede seguir con su campaña balurda, a través de bots, trolls y todo su laboratorio de guerra sucia, lo cual es su verdadera especialidad. Pero eso no hará que nosotros nos desviemos del objetivo central y de los propósitos importantes que tenemos cuando denunciamos sus vínculos con las FARC, que es una organización dedicada al narcotráfico y al contrabando de armas de guerra, la cual se ha enquistado y apoderado de varias instituciones del régimen opresor que maneja el poder en Venezuela.
Carvajalino tiene un grueso expediente criminal en Bolivia. Tiene otro expediente criminal en Chile. Su expediente delictivo está en manos de Interpol y de varios organismos de seguridad del mundo. En EEUU, la DEA ya lo tiene en la mira, y es muy probable que muy pronto lo metan en la lista de la OFAC junto con otros bandidos, delincuentes, narcotraficantes y criminales.
A Carvajalino, la historia no lo absolverá.