(20 de septiembre del 2024. El Venezolano).- El régimen de Venezuela reactivó la maquinaria represiva antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, así concluye la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos de la ONU su informe presentado este viernes ante el 57º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra.
Los expertos, que investigaron el periodo entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, documentaron una serie de crímenes perpetrados después de que el Consejo Nacional Electoral anunció la supuesta victoria de Nicolás Maduro sin presentar pruebas claras de los resultados.
«La maquinaria represiva del Estado venezolano continúa cometiendo graves violaciones de derechos humanos y delitos. Las víctimas, y la población en general, se encuentran desamparadas ante el ejercicio arbitrario del poder, en un contexto en que está desapareciendo la mínima apariencia de legalidad en la actuación de las autoridades», dice, reseñó El Nacional
La Misión advierte que el riesgo de una desintegración del Estado de derecho en Venezuela es muy alto.
Desde el anuncio de la «victoria» de Maduro, la represión política y social ha alcanzado niveles alarmantes.
Según la Misión, 25 personas murieron durante las protestas postelectorales, la mayoría jóvenes de barrios populares, víctimas de disparos de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, que actuaron en conjunto con civiles armados.
A esto se suman más de 2.200 detenciones en apenas una semana tras los comicios, cifras no vistas desde 2019.
«Las víctimas, y la población en general, se encuentran desamparadas ante el ejercicio arbitrario del poder, en un contexto en que está desapareciendo la mínima apariencia de legalidad», destacaron.
Entre los casos emblemáticos investigados está la detención de la abogada de derechos humanos Rocío San Miguel y la persecución contra miembros de la oposición, como cinco militantes de Vente Venezuela.