(13 de mayo del 2019. El Venezolano).- La semana pasada la legislatura de Florida aprobó un proyecto de ley que prohíbe las llamadas ciudades santuario, causando una indignación generalizada entre los defensores de los inmigrantes en el sur del estado, donde viven la mayoría de los 810,000 indocumentados del estado.
La ley fue aprobada con el apoyo casi unánime de los legisladores republicanos del sur de Florida, incluidos varios hispanos.
El proyecto de ley fue aprobado por el Senado (22 votos a favor y 18 en contra) y la Cámara de Representantes (con 68 votos frente a 45), y DeSantis ha dado todos los indicios de que lo firmará.
Se conoció que el proyecto de ley estatal SB 168 exige que todas las entidades gubernamentales estatales y locales, incluidas las agencias de cumplimiento de la ley, ejecuten las solicitudes de los oficiales de inmigración de los Estados Unidos para detener a migrantes indocumentados para ser deportados. Impide específicamente a las agencias gubernamentales estatales y locales retener la «información sobre el estado migratorio de una persona».
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El proyecto de ley también le otorga al fiscal general de Florida el poder de iniciar una acción civil contra los gobiernos que no cooperan.
A través de Univisión se conoció que la ley también ha puesto de relieve una de las estrellas emergentes del estado en círculos conservadores, ya que el presidente de la Cámara de Representantes de Florida, José Oliva, hijo de padres cubanos que se crió en Miami y a quien los críticos ahora acusan de abandonar sus raíces de inmigrante por sus objetivos personales políticos.
Es de mencionar, que el republicano José Oliva, presidente de la Cámara de Representantes de Florida, impulsó el polémico proyecto de ley contra las ciudades santuario a pesar de su impacto negativo para los inmigrantes indocumentados. Activistas criticaron la hipocresía de los conservadores, ya que afectará también a comunidades que afirman apoyar, como a los venezolanos, pero la ley hará que sea más fácil su deportación a la nación chavista.
Mientras que Mike Fernández, un multimillonario cubanoestadounidense quien en el pasado fue un recaudador importante de fondos para el Partido Republicano, indicó que «la delegación de Miami Dade ha sido una vergüenza para su comunidad»,asimismo afirmó que «estos niños nacidos en Estados Unidos seguramente no querrán pertenecer al ‘Partido de la Deportación’ que está persiguiendo a sus madres y padres«.
El SB 168 fue uno de los proyectos más controvertidos de esta sesión legislativa, con varias versiones que pasaron entre la Cámara de Representantes y el Senado en los últimos dos meses. En esas versiones se incluyeron los esfuerzos para crear excepciones para algunas categorías de inmigrantes, como los venezolanos y nicaragüenses que enfrentan la deportación a naciones en crisis, donde los regímenes respectivos de Nicolás Maduro y Daniel Ortega se encuentran bajo fuertes sanciones estadounidenses por presunta corrupción y abusos contra la democracia y los derechos humanos. Finalmente, no se protegió a estos inmigrantes.
“Esta ley afectará a un gran número de personas que no han podido obtener un estatus legal por una razón u otra. Ahora, si son detenidos, serán deportados”, dijo José Colina, exoficial de la Guardia Nacional venezolana que huyó de Venezuela en 2002 y ahora es presidente del grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX). «Es una gran hipocresía porque esos mismos políticos vienen a nuestras comunidades para hablar sobre la causa de la democracia en Venezuela, dicen que están con nosotros y luego aprueban leyes que no nos protegen y que son dañinas», agregó.
“El Partido Republicano ha llegado a la conclusión de que el tema de la inmigración es altamente peligroso. No tener una posición draconiana antiinmigrante es poner en peligro su futuro político», dijo Fernand Amandi, un encuestador del Partido Demócrata de Miami y presentador del podcast ‘Días Extraños with Fernand Amandi’. «DeSantis está demostrando que sabe cómo ganar votos (en la base republicana). Él sabe que no se muerde la mano que te da a comer», agregó.
Anitere Flores, de Miami, fue el único miembro del Partido Republicano que votó en contra en el Senado. En la Cámara de Representantes, el representante Vance Aloupis, de Miami, y el representante René Plasencia, de Orlando, fueron los únicos republicanos que no dieron su apoyo a la medida.