(18 de mayo del 2021. El Venezolano).- Retomando esta columna por Bienvenidos Venezolanos, nos encontramos el día de ayer con la triste noticia del fallecimiento de Juan Cochesa.
Escrito por John Homez
El automovilismo fue su pasión. Comenzó como mecánico en un taller en Maracaibo, para luego conducir potentes carros en los 60. Desde entonces destacó en pistas nacionales e internacionales, conquistando espacios y representando a Venezuela de la mejor manera.
Pero del automovilismo saltó al fútbol, su segunda pasión. A principios de la década del 2000 Cochesa dirigió a Deportivo Maracaibo y luego al Zulia FC, siempre con resultados positivos. También condujo a Estudiantes de Mérida. Sus equipos, ofensivos, contaban con la misma huella que dejó en las pistas de carrera.
Croata de nacimiento, Ivan Kokeza (su nombre de pila, le cambiaron el nombre a Giovanni Cochesa, adaptándolo al castellano Juan Cochesa cuando llegó a Venezuela).
La vida me unió a el de una manera muy especial, pues su hijo Juan está casado con mi hija mayor Isabel Cristina.
Recuerdo con alegría el día que nos conocimos como familia, en la casa de mis hijos. Me impresiono por su sonrisa amigable, reflejo de una seguridad extrema de sí mismo y de un pleno control de todas las situaciones y de inmediato, me abrió su amistad y la química funciono positivamente entre ambos.
Para el juego final del Mundial de Futbol del 2008, el destino quiso que la final fuera entre Francia y Croacia. Mi origen francés, por mi madre y la vinculación doble con Croacia (Juan y mi primera esposa hija de croatas y madre de mis hijas) me llevaron a compartir en casa de mi segunda hija el juego final.
Ya Francia había ganado un mundial y Croacia no, y les confieso que me daba lo mismo quien ganara, porque como dije, era la final adecuada para la familia.
Al llegar, una bandera croata estaba puesta en la pared y en el sofá VIP ante el televisor, estaba Juan, el Aguila Zuliana, con camisa, banderola y demás atuendos croatas.
Inmediatamente sonrió y me invito a ver el juego a su lado. Era tal su emoción y la de su hijo, que pensé en un determinado momento “Ya Francia nos había dado la satisfacción, quisiera que esta gente maravillosa pudiera disfrutar lo mismo. Arriba Croacia”.
Lamentablemente para ellos, el juego lo ganaron los franceses y al terminar el mismo, rompí en llantos por doble sentimiento: el recordar a mis padres y en ver que esta gente maravillosa no pudo lograr el tan ansiado cetro. Eran sentimientos encontrados.
No celebre como tal, mi mente y mis sentimientos iban y venían, pero la serenidad y aceptación del resultado por parte de Juan era impresionante. Su esposa propuso un brindis y el caballerosamente brindo con un champan para la ocasión.
Cochesa además resaltó como empresario en Maracaibo. “Hay que analizar primero y después crear una fórmula de trabajo”, decía sobre su labor, y en cualquier rama de la vida aplicaba ese pensamiento.
La ultima vez que lo vi, fue para compartir la familia acá en Miami. Una Velada extraordinaria, sin saber que esa seria su despedida. Un fuerte abrazo sello para la eternidad el cariño y afecto que nos unió.
Hoy, mi mente no deja de recordar a este hombre extraordinario, pionero y de raza recia, que no solo marco varias generaciones con sus hechos, sino que bendijo y complemento de forma positiva nuestra familia.
Con información de https://bienvenidosvenezolanos.com/