(18 de enero del 2023. El Venezolano).- El primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, adelantó este miércoles que la ley que prepara la Asamblea Nacional, controlada por el chavismo, para fiscalizar la actuación y financiamiento de las ONGs, será “muy severa”.
“Ya comenzamos la consulta pública, ya algunos comenzaron a chillar (…) pero se acabó la mamadera de gallo con las ONGs en este país”, dijo el también diputado, presidente de la Comisión de Política Interior del Legislativo.
Cabello, considerado número dos del chavismo, afirmó que “la mayoría” de las organizaciones no gubernamentales del país “está conspirando”, por lo que, una vez aprobada y promulgada la ley, estas “tendrán que registrarse” y “rendir cuentas” sobre el origen de “la plata con la cual están conspirando”.
El dirigente oficialista nombró a la ONG Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), que va a “tener que rendir” cuentas de “hasta el último centavo” que -dijo- recibe.
“No digan que no se lo estamos advirtiendo, y desde ahí atacan, montan conspiraciones, reciben dinero por escribir mal contra su propio país”, agregó Cabello.
Vista general de una sesión de la Asamblea Nacional de Venezuela (EFE/Rayner Peña R./Archivo)
El pasado 9 de enero, el Parlamento anunció que llevará a consulta pública el proyecto de ley que “busca permitir, supervisar, revisar y registrar las ONGs”, cuya creación fue aprobada por la Cámara en enero de 2023.
El proyecto inicial de esta ley, compartido por algunos legisladores el año pasado, contempla multas de hasta 12.000 dólares a las agrupaciones que no se registren en la entidad de control que prevén crear, o que no declaren la identidad y procedencia de las donaciones.
Esta propuesta ha sido rechazada por decenas de ONGs, por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) -la principal coalición opositora- y por Amnistía Internacional (AI), entre otros.
Para varias organizaciones, con la aprobación definitiva de este instrumento “se despojaría a la sociedad venezolana de sus capacidades y libertades para asistirse, organizarse, expresarse, defender sus derechos, participar en asuntos públicos y acudir a la solidaridad, protección y cooperación internacional”.