(22 de septiembre del 2022. El Venezolano).- Y lo dice con conocimiento de causa, una mujer que ha roto todos sus esquemas. Sí, los suyos, porque, como ella misma asegura: “la cárcel más inhumana y el armario más oscuro, son esos en donde nos metemos nosotros mismos por querer encajar en un molde en el que no cabemos”.
Lorena Arraiz Rodríguez es coach creativa, y desde ese rol, asegura, “acompaño a las personas dispuestas a evolucionar, a conseguir su libertad emocional para construir la vida que sueñan. Yo lo hice. Y tengo un método”, uno que develará en su primera conferencia en Madrid: Vivir con Valentía, “una experiencia sensorial 360 que transformará a quienes se atrevan a vivirla”, explica.
EV: ¿Qué significa para ti vivir con valentía?
LA: Significa ser quienes queremos ser en cualquier situación y ante cualquier persona, incluidos nosotros mismos (y esto, créanme, es lo más difícil). Eso sí, con asertividad. No se trata de ir por ahí hablando feo porque “ay, es que yo soy auténtica” (risas). En otras palabras: somos valientes cuando somos auténticos. Porque para ser auténticos se necesita valor. Y viceversa. Valor para no sonreír si no quieres, o para llorar si lo deseas. Valor para mostrar -que no DEmostrar- quién eres. Valor para decir Sí, valor para decir No. Valor para cuestionarte y descubrir tus luces y tus sombras (porque si no las conoces no puedes conseguir esa autenticidad). Valor para construir tu propio camino, que siempre es diferente al del resto, aunque sigas las reglas, o aunque no las sigas en absoluto, aunque seas una oveja negra, blanca, azul, rosa o multicolor, todos lo hacemos diferente porque cada uno hace su vida y construye su camino desde su lugar único en el mundo.
EV: Pero a veces esa autenticidad de la que hablas, no es posible. Con tus jefes, tus clientes, tus padres, tus hijos… no sé, hay situaciones en las que esto que dices suena a utopía.
LA: Sí, por supuesto que suena a utopía. Y lo es, mientras no somos conscientes de que hacemos más daño viviendo desde la mentira y el autoengaño, que desde la verdad que nos libera, nuestra verdad. Y no estoy hablado de egoísmo, ni de prepotencia, ni mucho menos de falta de empatía. Estoy hablando de ser honestos con nosotros mismos y con nuestro entorno, para poder quitarnos el grillete y poder alzar el vuelo. Mira, una mujer que admiro, Brene Brown, dijo una frase que se me quedó grabada: “Tu valentía se mide por lo vulnerable que estás dispuesto a ser”, así que honrando esa frase, te voy a resumir mi historia: Yo salí del closet hace muy poco con la mujer más importante de mi vida: mi mamá. Le causé un dolor infinito y he tenido que aprender a vivir con eso. Durante años me parecía no solo una utopía sino una estupidez mayúscula ser auténtica con ella. No podía. ¿Sabes por qué? Porque nunca queremos hacer daño a quienes más amamos. Porque nuestro niño interno solo quiere la aceptación y el abrazo de mamá, tengamos la edad que tengamos. Porque no era lo suficientemente valiente para ser quien era. Porque no vivía desde el amor, sino desde el miedo. Pero es que antes de Brene Brown, vino otra mujer admirable a mi vida, Michelle Faraco, que me dijo otra frase que me impulsó a ser yo: “La valentía de aceptarnos, nos da la libertad de ser quienes somos”. Yo decía que mi madre no me aceptaba, pero es que antes que mi madre, quien no se aceptaba era yo misma. Entonces sí, es utópico ser auténticos cuando no somos honestos con nosotros mismos. Y así, nunca seremos libres. Ese ha sido mi gran aprendizaje de los últimos años. Y como ves, no está carente de dolor y no es un cuento rosa, es la vida, avalanzándose sobre nosotros con sus luces y sus sombras. Y aún así, hoy puedo decir que soy feliz. ¿Suena raro, no?
EV: Sí, un poco raro sí, pero tiene sentido, aunque supongo que es un tema complejo.
LA: ¡Y tanto!
EV: Eres periodista y has trabajado más de 13 años en comunicación política, cuéntanos ¿cómo has dado el salto al desarrollo personal?
LA: El salto ha sido hacia mí misma. Es curioso, pero tendemos a pensar que el desarrollo personal es un bicho raro, que está ahí fuera en las estanterías de autoayuda de las librerías. Pero nada más alejado de la realidad. Sin desarrollo personal, no hay desarrollo profesional, emprendimiento, trabajo, familia ni vida que sea posible vivirla a plenitud. Sin autoconocimiento, sin inteligencia emocional, sin sustituir las creencias limitantes por potenciadoras, sin saber lo que realmente queremos, no lograremos ningún objetivo. O sí, pero al lograr todos los de la lista, terminaremos vacíos. Es lo típico de: “ya tengo todo lo que soñé, ¿y ahora qué, esto es todo?” y entonces ocurren las desgracias: que no son solo las que están pensando, sino también es vivir una vida sin propósito, una vida infeliz, una vida plana, una vida en automático. Para mí la política es servicio. No tengo otra forma de entenderla. La comunicación política es la manera asertiva de ofrecer ese servicio. Y el periodismo… Amo el periodismo, es una pasión maravillosa que sigo teniendo el privilegio de ejercer. En ella me he desempeñado, desde el primer momento, como entrevistadora. Me apasiona conocer las historias de las personas y contar lo que ni ellas mismas han contado, desenmarañar sus hilos hasta llegar a la esencia del ser humano que hay detrás y es allí cuando conectamos y surge la magia. He entrevistado a políticos, artistas, deportistas, personajes muy reconocidos y héroes anónimos de sus propias vidas y de las de otros.. y en cada entrevista me pasa lo mismo: las preguntas de “calentamiento” (esas de “cuéntame sobre tu carrera”, “cómo comenzaste”, etc…) siento que estoy hablando con un personaje: ponen el mismo tono de voz de siempre, la misma mirada, usan las mismas palabras… pero en cuanto les pregunto por su infancia, una anécdota, un recuerdo bonito… allí es cuando empieza la entrevista, allí comienza la magia, por eso hago periodismo: por conocer a los otros y conectar con ellos. Creo firmemente en el poder de las palabras, pero sobre todo, en su poder transformador a través de las personas. Y eso lo he encontrado también en el coaching. La gente está cansada de contar su película, de contársela a sí mismos y a otros. No quieren hablar más. Pero tampoco quieren escucharte. Lo que todos necesitamos es escucharnos más y mejor a nosotros mismos. Y eso es lo que yo les ofrezco: un espacio libre de juicio y llenito de amor, respeto y luz, en el que puedan escucharse, llegar a sus propias conclusiones y volver a creer en sí mismos. De modo que no he dado un salto, solo he unido los puntos. Y el Master en Coaching, Inteligencia Emocional y PNL me ha ayudado mucho a darle estructura a todo esto.
EV: Y de esos puntos que has unido, ha nacido tu nuevo proyecto, CuestionARTE, háblanos de esto.
LA: ¡Correcto! CuestionARTE es el fruto de esa fusión, mejor dicho, de la fusión de todo lo que soy y lo que amo: el servicio de la política, la curiosidad del periodismo y el autoconocimiento que promueve el coaching, pero, sobre todo, de mi naturaleza “preguntona” (risas). El proyecto es precioso: actualmente, estoy haciendo sesiones individuales o grupales de coaching de vida, tarot terapéutico y pisco-astrología, realizo una Experiencia Poderosa cada dos meses, tengo un curso online para cuestionar creencias, el 22 de octubre tengo la Experiencia Sensorial 360: “Vivir con Valentía”, en noviembre comienza el curso online en directo “7 semanas para cuestionar tus pensamientos” y en 2023 se vienen sorpresas y cosas maravillosas. Está toda la info en mi Ig: @lorenarraiz que está, como yo, en constante evolución. Soy un alma inquieta, ¡qué le vamos a hacer! Pensé que eso era una debilidad pero en este viaje mágico he descubierto que es una virtud así que ahora la estoy explotando (risas).