(31 de julio del 2022. El Venezolano).- No pretendemos demeritar la estoica labor del equipo del prestigioso portal Armando Info, ni sumarnos a ninguna campaña de descrédito en contra de ellos, pero la verdad debe ser dicha al costo que sea.
El buen periodismo debe estar por encima del ego y el afán de protagonismo. El trabajo que vamos a desarrollar a continuación nos lleva inevitablemente a recordar la eterna pelea entre el investigador Alek Boyd y los “Pulitzer” venezolanos, como el mismo los definía. Dejando claro que ambas partes pretenden ser el alfa y el omega.
No es la primera vez que nos indigna leer un trabajo periodístico donde la visión sobre los hechos está manipulada maniqueistamente. De hecho, es el tercero donde se impone un criterio único y solamente la visión de dicho equipo editorial con el único fin de ocultar verdades, omitir protagonistas y proteger a actores involucrados en graves hechos ilícitos.
No quiero decir con esto que mientan. No, pero sí medias verdades, plagadas de voluntarias omisiones.
El afán protagónico lleva a estos célebres periodistas a creerse ahora dueños de la escena mediática en Colombia y si algún otro venezolano se atreve a tratar de destacar es víctima de las peores calumnias y falacias. Bien podrían preguntar a Don Gonzalo Guillen y encontrarán respuestas a mis aseveraciones.
En fin, el objetivo de este análisis es otro. Ya en un reportaje publicado sobre empresas relacionadas con el delincuente de cuello blanco Ricardo Fernández Barrueco hubo una descarada e impune manipulación de la verdad. Algo similar sucedió cuando publicaron un trabajo sobre un sector de la banca venezolana controlada por poderosas familias de origen libanés, donde de manera exprofesa se omitió al grupo familiar De Grazia- de origen italiano- pero muy implicados en las irregularidades que se exponían. Hoy estamos seguros que estos últimos patrocinaron dicha investigación, maleada a favor de sus propios intereses y cuyo único objetivo fue dañar a las otras mafias que le hacen competencia dentro del mercado financiero venezolano.
Hoy sucede algo igual o peor con el narcotraficante venezolano Pedro Luis Martin Olivares, amigo íntimo por cierto de la también laureada periodista Sebastiana Barráez, pero este tema lo desarrollaremos más adelante.