(15 de noviembre del 2024. El Venezolano).- En San Pedro de Macorís, de Luis María Frómeta Pereira, BILLO.
Por Ricardo Campanella Giraldo
A muchos melómanos y público en general, les sorprenderá el titulo por razones obvias, por lo político y por lo conocido en la historia de las repúblicas de Billo.
Particularmente considero que la Tercera Republica concluyo con su última grabación en 1987 de su LP, Sigan Bailando y lógicamente con su muerte, a la cual siguió un litigio familiar y jurídico, tema del artículo, a desarrollar más adelante.
En el año 2019 y en ocasión de una invitación, a los carnavales de Barranquilla, del sr Saul Campanella Giraldo, propietario de la orquesta VOCES DE BILLO HOY, a nuestro amigo Charlie Frómeta, para que observara y dirigiera la misma en las presentaciones, conversamos sobre ese largo litigio judicial de la BILLOS.
Tuve la oportunidad de dialogar mucho con mi amigo Charlie Frómeta, respecto al tema y resultados de la demanda entablada desde el año 1990 por los herederos de la organización Billos, ya que el gerente de ese entonces, también hijo del Maestro, intento ante el SERVICIO AUTONOMO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, SAPI, secuestrar los nombres de la orquesta y marca Billos y así hacerse a la propiedad exclusiva de ellas.
Me comentaba que venían cosas muy buenas para la orquesta y todos los herederos, teniendo en cuenta la decisión inapelable del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, a favor de la orquesta BILLOS CARACAS BOYS SUCESORES.
Decisión basada en la ratificación del concepto emanado de SAPI, donde negaba la solicitud de secuestrar la marca, en favor del grupo Frómeta Peraza.
Por el contrario, se daban todos los derechos a sus herederos:
Frómeta Senior, Frómeta Bello, Frómeta Pareja, Frómeta Grillo y Frómeta Peraza, inclusive.
Así se dio punto final a un pleito jurídico y familiar, el cual nunca debió darse, y que en buena parte tuvo responsabilidad el mismo Billo, al no dejar un testamento definitivo antes de su muerte.
Lo que sí creo, es que, Billo, si vislumbraba la problemática que vendría, porque en el año 1983, cinco años antes de su deceso, visito la oficina de Registros, SAPI, actualizando el mismo. Efectivamente once días después de su sepelio, se estaba intentando secuestrar estos derechos.
El maestro Billo ya había decidido que la parte administrativa, seria llevada por Luis Rafael Frómeta Perlaza y la musical fue delegada, por derecho propio, único musico de sus hijos, a Luis Vicente Frómeta Bello, Charlie.
Hay unos datos inéditos que me conto Charlie cercanos al día del festejo del quincuagésimo aniversario de la vida profesional de su padre, a realizarse en el teatro Teresa Carreño, en donde Billo dirigiría la Sinfónica de Venezuela y Charlie haría lo mismo con la orquesta Billos Caracas Boys.
Estaba programado en el concierto, la fusión melódica del Manisero y Alma Llanera, interpretadas al unísono por las dos orquestas.
En su relato, Charlie hacía mención, que los últimos familiares que vieron en vida a su padre fueron sus hermanos Barbara, su hija menor y Luis Manuel, su segundo hijo varón, los cuales lo acompañarían como parte del coro de la orquesta.
Ese día de su ACV, temprano en la mañana, Charlie recibió un sobre de su padre con el arreglo de la canción, Que me la den Entera, para que la ensayara en el Círculo Militar.
En ese mismo sobre, iba una nota escrita de su puño y letra, donde su padre le escribía: EXCUSA LA TARDANZA, NO HE DORMIDO NADA Y TENGO QUE PREPARAME PARA TOMAR EL METRO EN LA ESTACION DOS CAMINOS PARA EL ENSAYO CON LA SINFONICA; SUERTE CON EL TUYO.
Hay una persona, a quien en nombre de mi familia doy agradecimiento eterno y se trata del Doctor Saul Krivoy, neurocirujano, quien muy afectado declino cualquiera remuneración por su atención profesional, amigo de mi padre, quien más bien me expreso su admiración al Viejo musico, que tantos buenos ratos le deparo con sus canciones.
Después de las exequias en asamblea familiar se ratificó la decisión de nuestro padre, quien en vida había delegado a mi hermano Luis Rafael y a mi persona la dirección de la organización; sin embargo, esta relación no duro mas de tres años, ya que empecé a encontrar irregularidades que, aunadas al intento de apropiarse de la orquesta, me obligaron a separarme y organizar mi propia orquesta y emprender la lucha jurídica junto a Magdalena y otros hermanos.
Como dice el pueblo, la justicia tarda, pero llega y en esta oportunidad el regocijo familiar fue doble.
Magdalena pacientemente había solicitado al Instituto de Cultura el reconocimiento de Billo como Patrimonio Cultural de la nación.
Esta petición fue favorable y llego la Certificación emanada el 15 de julio de este año 2024, haciendo honra al Maestro Frómeta Pereira, declarándolo Patrimonio Cultural de Venezuela.
Pero el reconocimiento fue más allá y abarco a la orquesta, certificando que la misma hace parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del país, sumándose así al grupo de otras entidades como Los diablos Danzantes, la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, los Carnavales del Callao, entre otros.
Estos reconocimientos vienen a ratificar el carácter único de pertenencia de la ORQUESTA BILLOS CARACAS BOYS SUCESORES a la nacion y a la familia Frómeta.
En hora buena la familia del Maestro Billo recupera su orquesta y la marca y podríamos decir que se refunda la CUARTA REPUBLICA.
En estos 36 años de injusticia, aparecieron muchas orquestas Billos en el país y fuera de él, en Estados Unidos y en España, usurpando la marca en detrimento económico de los verdaderos dueños.
Esto me trae a colación una de las tantas anécdotas del dominicano, que estando, tocando en un baile se le presento una señora, felicitándolo por su actuación y recordándole que iban a festejar el matrimonio de la hija con su orquesta; pero le exigía que llevara la orquesta completa. Esto enfado al maestro, quien tomo un afiche y la invito a que contara los musico y evidenciara la participación de estos.
Ya había usurpadores en el mercado. La única que el Maestro BILLO acepto e incluso reconoció con un mensaje, fue a la Billos Coro Boys, fundada en 1946 por su director Pedro Abilio Medina.
En el salón de música de mi casa en la ciudad de Valencia, Venezuela, en una de las tantas tertulias, me comento mi hermano mayor, Saul Campanella Giraldo, que tenia un proyecto para organizar una orquesta, que sirviera para mantener el legado del Maestro, a quien desde muy joven conoció y le guardaba mucha admiración.
Así daría trabajo también a sus excantantes y excelentes músicos profesionales, para reactivar ese tesoro musical.
Lo apoye totalmente y de inmediato se empezaron los contactos y reclutamiento de los músicos. Esto hace más de 11 años, tiempo que duro exitosamente la orquesta en el medio musical. Al mes se estaba realizando el primer ensayo, pero a diferencia de las demás orquestas paralelas, por la amistad con los Frómetas, se les puso en conocimiento del proyecto, el cual fue aceptado y permitido.
La orquesta fue registrada ante el SAPI con el nombre de Voces de Billo Hoy. Sin embargo, más adelante y ante la expectativa de la sentencia esperada y evitarse inconvenientes, fue cambiado el nombre, a Voces de Ayer y de Hoy.
Esta agrupación fue exitosa y de todas las que existían era la que mas afinada sonaba los temas originales de Billo.
Incluso muchos comentarios de personas conocedoras de la materia reconocían, que sus interpretaciones y presencia, era superior inclusive, a la que manejaba en vida nuestro querido Ely Méndez, icono de la institución por 50 años.
El 21 de noviembre del año 2023, se inicia la reaparición de la BILLOS CARACAS BOYS SUCESORES, con sede administrativa en Caracas.
Tuve la oportunidad de asistir con mi hermano Saul y con la invitación de Magdalena Frómeta, a un sencillo acto, con ensayo incluido, de la entrega formal de la orquesta Voces a la sucesión Frómeta, incluyendo más de 400 temas recuperados de la orquesta.
Nos deleitamos oyendo los mosaicos, el infaltable Ariel, Al Paso y música de navidad. Por esto digo, con el permiso del dominicano Billo, que aquí nace LA CUARTA REPUBLICA, acompañando la emoción y lagrimas de Madalena; fue un acto digamos de filantropía musical, de parte del señor Saul Campanella.
Esto lógicamente evito reclutar músicos y por el contrario se inicio con algo ya bien constituido y ensamblado musicalmente y de manera inmediata, con cantantes ya conocidos y ex Billos como, Cheo Mijares, Franklin Sánchez y Gustavo Farrera, bajo la dirección musical del excelente pianista, alumno de Billo Frómeta Juan José Bernal. A ellos también se sumó el versátil musico y cantante, Luis Rafael Pérez Larez.
También fueron testigos los empresarios Ricardo Besson y Rafael González, quienes se encargarán de la parte comercial.
El mayor de los éxitos a esta verdadera y única BILLOS, que mantendrá por siempre el legado de LUIS MARIA FROMETA PEREIRA.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE, como reza el mensaje bíblico.
Doctor Ricardo Campanella Giraldo