(14 de marzo del 2021. El Venezolano).- Cuando Joe Biden visitó este rincón del suroeste de Pensilvania en las últimas semanas antes de las elecciones, su objetivo no era tanto ganar sino como mostrarle al electorado de clase trabajadora abrumadoramente blanca del área que su partido al menos estaba dispuesto a intentarlo.
“Muchos demócratas blancos de la clase trabajadora pensaron que los habíamos olvidado”, dijo Biden después de recorrer un centro de capacitación sindical a fines de septiembre por el condado de Westmoreland. “Entiendo su sensación, de que se han quedado atrás”.
Los demócratas han ofrecido himnos como ese desde que el presidente Franklin D. Roosevelt pronunció el Nuevo Acuerdo y cimentó una alianza con los votantes de la clase trabajadora. Ese vínculo estaba arraigado en la noción de que las políticas de los demócratas mejorarían la vida de los trabajadores.
Pero esa relación se ha deteriorado constantemente, y los votantes de la clase trabajadora ahora consideran a los demócratas como el partido de las élites culturales que los critican y rechazan sus valores. Tal resentimiento incluso ha llevado a los trabajadores a votar en contra de su interés económico propio, dado que la política fiscal del Partido Republicano a menudo está orientada hacia los ricos y las grandes corporaciones.
Ahora Biden y su partido esperan que al aprobar el paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares para enfrentar las consecuencias económicas del coronavirus, el cual dará beneficios para los estadounidenses de ingresos bajos y medios, puedan recuperar al menos una mayor proporción de votantes de la clase trabajadora.
El presidente visitará el martes el condado de Delaware, en las afueras de Filadelfia, para ayudar a promover el nuevo paquete de ayuda.
Aún así, ese paquete, que los republicanos consideran puramente una lista de prioridades liberales, se podrá a prueba en lugares como el condado Westmoreland, que fue un bastión demócrata hasta que su base industrial se marchitó.
Los demócratas confían que los pagos directos de 1.400 dólares que obtendrá la mayoría de estadounidenses con el rescate sean un fuerte contraataque a esas críticas. El paquete también amplía drásticamente los créditos fiscales para familias con hijos, refuerza los beneficios por desempleo, reduce los impuestos sobre la deuda de préstamos estudiantiles y disminuye los costos de cobertura médica.
Ed Rendell, exgobernador demócrata de Pensilvania, cree que la legislación no resolverá por sí sola los problemas del partido con los votantes de la clase trabajadora, pero es “una buena primera milla en el camino”.
Con información del Diario Las Américas