(01 de febrero del 2025. El Venezolano).- Desde Zimbabue hasta Ucrania, pasando por Colombia o Gaza. La decisión de la Administración de Donald Trump de congelar la ayuda exterior de Estados Unidos ha puesto en jaque el funcionamiento de programas que «salvan vidas» en todo el mundo, según denuncian organizaciones humanitarias.
El republicano firmó la semana pasada una orden ejecutiva que suspende durante 90 días toda la ayuda humanitaria de Estados Unidos, canalizada principalmente a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), para verificar en qué se invierte ese dinero.
Siguiendo esa orden, el nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, emitió una directiva en la que frenó toda la asistencia exterior, menos el apoyo para Israel y Egipto, y mantuvo solo el envío de alimentos en situaciones de emergencia extrema.
La decisión desató el pánico en varias ONG de todo el mundo que dependen de los contratos con Estados Unidos para continuar su operación.
«Necesitamos que se levante la suspensión de toda la asistencia extranjera de inmediato para que pueda continuar un trabajo que salva vidas», advirtió a EFE Abby Maxman, presidenta de Oxfam América, que se encarga de combatir la pobreza.
Según la ONU, Estados Unidos es, de largo, el principal suministrador de ayuda exterior, con cerca de 72.000 millones de dólares invertidos durante 2023, lo que representa un 40 % de la ayuda humanitaria global. De acuerdo con el nuevo enfoque del Gobierno estadounidense, cada dólar invertido debe «hacer que Estados Unidos sea un país más seguro, más fuerte y más próspero».