(07 de agosto del 2023. El Venezolano).- El 1 de febrero del año 1989 en el diario El Nacional de Caracas los venezolanos leímos un manifiesto firmado por 911 intelectuales y artistas, (así se calificaron)para darle la bienvenida a un connotado y muy sui generis dictador que desde que liderando con su título de comandante (auto otorgado) del ejército rebelde, el brazo armado del Movimiento 26 de julio, tomó el total control del gobierno y de todas las instituciones de la República de Cuba, él, su hermano Raúl, el che Guevara, Ramiro Valdés, Camilo Cienfuegos y Hubert Matos por citar algunos quienes acompañados de otros pandilleros (pandilleros porque así se han comportado con su pueblo durante más de 65 años) disfrazados de revolucionarios, que en el ya lejano año 1958 y hasta el dia de hoy no han cesado de vejar, mancillar y torturar a ese noble pueblo, el heredero de Jose Marti.
Escrito por: Raúl Ochoa Cuenca, en Anfi del Mar el 5 de agosto del año 2023.
Veamos que le decían esos 911 intelectuales y artistas a Fidel Castro Ruz, en el manifiesto de bienvenida, firmatarios que seguramente no leian las informaciones clandestinas de la resistencia cubana, les bastaba leer la edición internacional del diario Granma, que el aparato de propaganda del Comité Central del Partido Comunista Cubano enviaba regularmente: “Nosotros, intelectuales y artistas venezolanos al saludar su visita a nuestro país, (se refieren a Venezuela, ese país donde todos, hasta inicios del siglo XXI podíamos expresar lo que nos diera nuestra real gana, sin peligro de ser imputados ante una vulgar extensión del poder ejecutivo, al que también llaman tribunales, más por costumbre, que por cumplir funciones de administración de justicia. Evidentemente se refieren al mismo conductor que algunos años después conquistó el “corazoncito” de otro insigne conductor: Hugo Chavez Frias.
Y continúan los abajo firmantes: queremos expresarle públicamente nuestro respeto hacia lo que usted, como conductor fundamental de la Revolución Cubana, ha logrado en favor de la dignidad de su pueblo y, en consecuencia, de toda América Latina. (Si, la dignidad de su pueblo y de toda la América Latina, así mismo es).
¿Pero y quienes firman el célebre manifiesto ? Como era de esperarse personas de alto nivel cultural, entre otros, Ignacio Luis Arcaya ex canciller y militante del partido URD, Gonzalo Garcia Bustillos, dirigente nacional del partido Social Cristiano Copei, el ex decano de la facultad de Humanidades de la UCV Elias Pino Iturrieta y muchos otros verdaderos militantes de los postulados democráticos y hasta religiosos de primer orden en el mundo eclesiastico de hoy, como es el Padre Arturo Sosa, superior general de la orden sacerdotal más influyente en el mundo, la Compañía de Jesús.
Entonces en la práctica y ante los ojos del mundo, ¿qué significaron las firmas de ese grupo de 911 intelectuales y artistas en ese momento ? ¿ Cuál fue la intención ? imposible entrar en el fondo del asunto, pero, no obstante, me permito creer que muchos su firma fue por fútiles razones y otros por cercanía ideológica con los postulados y conductas de Fidel Castro. Por lo que me pregunto si el G2 de la inteligencia cubana, ya para ese momento estaría activo en Venezuela o simplemente pretendían blanquear la imagen ante los demócratas del mundo, la cual ya para ese momento era que Fidel (a) El conductor no era más que un vulgar (si, más fino y más más sofisticado) dictador tropical ?
En otra parte del manifiesto de los 911, los abajo firmantes confiesan su admiración por la figura de Fidel Castro, agregando que: en esta hora dramática del Continente, sólo
la ceguera ideológica puede negar el lugar que ocupa el proceso que usted representa en la historia de la liberación de nuestros pueblos. Hace treinta años vino usted a Venezuela, inmediatamente después de una victoria ejemplar sobre la tiranía, la corrupción y el vasallaje. Cuando los abajo firmantes se refieren a una tiranía, es a la dictadura de Fulgencio Batista, un régimen en el cual sus cuerpos represivos podrían ser hoy catalogados como un grupo de niños de pecho, comparados con los sanguinarios torturadores, fieles a (a) El conductor, dictadura que según cifras de organismos no gubernamentales, 5.775 personas han sido ejecutadas, la mayoría con pelotones de fusilamiento en los primeros 30 años años del triunfo de la Revolución. “Los fusilados en mi gobierno gozan todos de excelente salud, dijo Fidel Castro en tono sarcástico, emulando la frase dicha por Stalin.
A los abajo firmantes se les olvidó mencionar, entre otros hechos, y cual considero de mucha importancia para Venezuela, que ese a quien con admiración y respeto lo llaman “Conductor”, cuando al abrigo de la oscuridad, el 8 de mayo del año 1967 a las 2 de la mañana, en las playas de Machurucuto del estado Miranda, una lancha cubana desembarcó a ocho hombres cargados con fusiles AK 47 de fabricación norcoreana que días antes había salido desde Santiago de Cuba y que como hecho insólito a despedirles había acudido el mismísimo Fidel Castro: «Fidel pasó toda la noche anterior con nosotros, dando las últimas instrucciones, chequeando todos los materiales, transmitiéndonos algunas de sus experiencias en la lucha guerrillera en Cuba. Estuvo supervisando hasta el último minuto y nos acompañó hasta el barco a las 6 de la mañana, que fue cuando zarpamos», comenta Héctor Pérez Marcano, uno de los protagonistas de aquel desembarco.
Así, (a) El conductor creyó que el pueblo venezolano se iba a unir en esa aventura: tomar por asalto nuestra nación. Pues no, los pescadores de Machurucuto hicieron lo contrario, dieron parte a las autoridades y nuestro ejército los acabó casi inmediatamente. Obviamente que 8 hombres armados no acabarían con esa incipiente democracia, pero igualmente fue un inexplicable ataque a la soberanía de un país al cual (a) El conductor le declaraba su amistad y respeto, cuando el 23 de enero de 1959 visitó a Romulo Betancourt.
Pero en este caso y parafraseando la balada de Ruben Blades “La vida te da sorpresas”. 27 años después del inexplicable militar y políticamente desembarco en las playas de Machurucuto, (a) El Conductor logró apoderarse de Venezuela sin un solo disparo, le bastó ir a recibir al aeropuerto de la Habana al engendro de los amos del valle, en complicidad con políticos y comunicadores. Hugo Chávez llegó a La Habana en la noche del 13 de diciembre de 1994 en un vuelo de la Línea Aeropostal y para su sorpresa, el Comandante en Jefe, Fidel Castro (a) El Conductor, lo esperaba al pie de la escalerilla del avión, donde lo recibió con un abrazo de gran repercusión internacional. Para el historiador y amigo del dictador, Eusebio Leal, “Fidel descubrió en Chávez a un diamante que alcanzaría las cotas más altas en el discurso político, revolucionario e internacionalista”, pues “lo vio todo con claridad, nitidez y visión, que alcanza el tiempo futuro”. Y Fidel se frotó las manos.
No sé si ese intento de Fidel Castro de ensangrentar nuestro país con el aparentemente ridículo desembarco en Machurucuto fue tomado en cuenta por parte de la elite intelectual venezolana del año 1989 en el momento de redactar el manifiesto de bienvenida en los términos, que al menos yo considero poco mesurados como expresiones de muestras de amistad, cuando ya la realidad de Cuba nos enseñaba el rotundo fracaso de esa piltrafa que pomposamente llaman la Revolución cubana y ni Fidel ni sus acólitos podían continuar a esconderla, lo llamaran Conductor fundamental de la Revolución Cubana, ha logrado en favor de la dignidad de su pueblo y, en consecuencia, de toda América Latina. (sic).
Para finalizar esta nota apreciados lectores, me referiré al flechazo que se dio entre Fidel Castro y Hugo Chavez, el cual me hizo recordar una historieta que decía que un Don Juan, enamorado de una rica heredera, no tuvo necesidad de nada sugerir, la doncella se lo ofreció con una gran y pícara sonrisa.