(11 de mayo del 2023. El Venezolano).- Aun ante la vigencia del Acuerdo de Ginebra, en vigor desde 2/1967, la disputa de nuestro territorio tiende a avivarse aparte de su decisión, ahora a manos de la CIJ por instancias del propio gobierno guyanés, también se enrevesa debido al descubrimiento de yacimientos petrolíferos de alta calidad sobre el espacio acuático en disputa, donde se halla el promisorio bloque Stabroek, de unos 27000 km cuadrados, cuenca Guyana/Surinam, una macolla a unas 104 mn de las costas de aquella contentiva, según el Servicio Geológico de EEUU (USGS, por sus siglas en inglés) de reservas probadas equivalentes a unos 12000 millones bp, que Guyana ha parcelado entre algunas petroleras estadounidenses, ExxonMobil, para su administración directa, así como a otras naciones, conciente de las poligonales que, de jure, estableció Venezuela, según decreto Nº 4415 en 1/2018, por el cual se crea una Zona Estratégica de Desarrollo nacional denominada “Territorio para el Desarrollo de la Fachada Atlántica”, a fin de brindarle un cuidado idóneo y de preservar los derechos de la RBV en los espacios bajo soberanía y jurisdicción de dicha Zona Estratégica (espacios continentales, áreas marinas y submarinas, entre otros), cuyas gráficas podrían verse por las redes.
Por Isaías A. Márquez Díaz
Aun así, el 12/4 según Swissinfo, el Gobierno Guyanés extiende ilícitamente, hasta el 15/7 venidero, fecha tope para la propuesta de ofertas en una ronda de subastas; plazo para cesión de unos 14 bloques petroleros del megayacimiento Stabroek.
Se trata de la perspectiva de plataforma continental del delta del Orinoco y, paralelamente, de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), salida al Atlántico, que el general Manuel Carlos Piar avizoró durante la Campaña de Guayana (1/1816-7/1817) y reafirma el Libertador Simón Bolívar, cuando el 15/10/1817 anexa acertadamente, a la República a la Provincia de Guayana, en toda su extensión, dividida en unos tres departamentos: Alto Orinoco, Centro y Bajo Orinoco, lo cual abarca, por extensión, nuestra Fachada Atlántica; apelando al principio de razonabilidad, mejor autenticidad, a priori, de soberanía histórica venezolana sobre el mar de la “Zona en reclamación” no podría existir; mucho menos, objetarse.
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