(30 de diciembre del 2022. El Venezolano).- Desde unas pocas semanas, luego de las negociaciones en México, ha surgido una vorágine de sectores o fracciones (UNT/AD) de una denominada “oposición radical” que pugna por la eliminación del “gobierno interino” de Juan Guaidó, con una supuesta mayoría obtenida en asamblea a favor de la propuesta, mediante un ‘parlamento virtual’, acuerdo a ratificarse en una segunda discución, a reunirse el 3/1 venidero, según convocatoria.
Por Isaías Márquez
La silla del interinato mal podría quedar a la deriva, sujeta a ambiciones y a caprichos; quienes no estén de acuerdo que formulen sus propuestas y se delibere sobre las mismas porque Guaidó se autoproclamó presidente interino o encargado, con fundamento en el artículo 233 de la CRBV, bien conocido por todos. No obstante, existe la AN de 2015 electa por el propio pueblo y debería acordarse con esta las condiciones políticas sobre la situación de Guaidó como presidente encargado; pues deponerle “de facto”, tal y como se pretende, conllevaría un error craso o actitud pueril, de trascendencia ya que reforzaría la usurpación actual, y propiciaría reelecciones sucesivas con otros actores alternantes. Pero, siempre dentro del mismo esquema político funesto. La suerte está echada y se trata de una problemática a resolverse de inmediato, o entramos en evolución decadente y progresiva por ineficiencia y/o discapacidad de unos líderes políticos pusilánimes y soñadores. Guaidó ha sido reconocido, salvo excepciones, como presidente encargado de Venezuela por casi todas las naciones del mundo, así como por diversas instituciones de importancia política y la venia del pueblo venezolano que aún le apoya. Una negativa a la continuación de su ejercicio nos acarrearía la reformulación de otro posible madrugonazo similar al de aquel 4F tan aciago. ¡Decidamos el rumbo!