(30 de octubre del 2022. El Venezolano).- Los brasileños comenzaron a votar el domingo en una divisiva segunda vuelta electoral que enfrentaba a un mandatario que abogaba por salvaguardar los valores cristianos tradicionales contra un expresidente que prometía devolver el país a un pasado más próspero.
La votación parece un ajustado duelo entre el presidente, Jair Bolsonaro, y su némesis política, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos son líderes políticos divisivos y muy conocidos que provocan tanta devoción como aversión.
AP reseñó que las elecciones decidirán si la cuarta democracia más grande del mundo mantiene su rumbo de política de ultraderecha o devuelve a un izquierdista al gobierno. En ese último caso, también está por ver si Bolsonaro acepta una derrota.
Bolsonaro estuvo de primero en la fila para votar en un complejo militar en Río de Janeiro, vestido con su camisa verde y amarilla, los colores de la bandera nacional, como lo ha hecho en sus concentraciones de campaña.
“Espero la victoria por el bien de Brasil”, expresó a reporteros después. “Si Dios quiere, Brasil será victorioso hoy”.
En Brasilia, los centro de votación ya estaban llenos en la mañana. En uno de ellos, Luiz Carlos Gomes, un funcionario público retirado, dijo que estaba decidido por Lula.
“Es el mejor para los pobres, especialmente en el campo”, expresó Gomes, de 65 años y de la región de Maranhao en el noreste. “Antes de él, estábamos todos muriéndonos de hambre”.
Se espera que más de 120 millones de brasileños participen en los comicios, pero como el voto se hace de forma electrónica el resultado suele estar disponible en cuestión de horas desde el cierre de urnas por la tarde. La mayoría de los sondeos sitúa a Lula en cabeza, aunque los analistas coinciden en que el margen se ha estrechado en las últimas semanas.
Durante meses pareció que Lula se encaminaba a una victoria fácil impulsada por la nostalgia por sus mandatos entre 2003 y 2010, cuando la economía brasileña crecía y los programas sociales sacaron a decenas de millones de personas de la pobreza.
Pero en las elecciones de primera ronda el 2 de octubre, Lula fue el más votado de los 11 candidatos con un 48% de los sufragios, mientras que Bolsonaro fue segundo con un 43%, lo que mostraba que las encuestas habían subestimado de forma considerable la popularidad del presidente. Muchos brasileños ven con buenos ojos la defensa de los valores sociales conservadores que ha hecho Bolsonaro, y el mandatario ha ganado apoyos con un gran gasto social.