(06 de febrero del 2025. El Venezolano).- Los 120.000 venezolanos con derecho a voto tenían debilidad por Donald Trump. Entre los latinos eran de los más entusiastas junto a los cubanos afincados en Miami, indica nota de ElIndependiente.
Los conocen como los MAGAzolanos. En el exterior también confiaban en que, una vez que el magnate llegara a la Casa Blanca, los días de Nicolás Maduro estuvieran contados. Sin embargo, Trump ha suprimido la protección temporal a parte de los venezolanos, ha cortado el grifo de USAID y ha negociado con Maduro la liberación de rehenes estadounidenses y la prórroga de seis meses a Chevron para operar en Venezuela.
Inmigración y petróleo, más que la democracia, son los ejes de la política de Trump. En su política de nombramientos despertó esperanza que eligiera a Marco Rubio como secretario de Estado. Rubio, de familia de origen cubano, habla español y conoce muy bien lo que pasa en Venezuela.
No ha sido Rubio quien se entrevistó el último día de enero con Nicolás Maduro en Caracas, sino el enviado para misiones especiales, Richard Grenell, ex embajador en Alemania. De hecho, Marco Rubio salió a decir que esta visita no implicaba el reconocimiento de Maduro. Pero, ¿con quién trató entonces Grenell la liberación de los seis estadounidenses encarcelados?
Richard Grenell se llevó a los estadounidenses de vuelta a casa y la petrolera estadounidense Chevron vio renovada su licencia para operar en Venezuela durante seis meses. También habría conseguido que Maduro aceptara a los deportados desde EEUU. En una entrevista Grenell ha dicho que EEUU lo que dio a cambio de los presos encarcelados por Maduro es la oportunidad de que el régimen haga propaganda con el encuentro, pero nada más. «Le dije que queremos una relación diferente. Vamos a poner América primero y voy a llevarme a los estadounidenses. Sé que es controvertido que un diplomático estadounidense se siente con Maduro, pero necesitamos hablar, porque hablar es una táctica», indica Grenell, que niega que se haya pagado nada a Maduro.
«Trump envía mensajes en ambas direcciones. Los nombramientos oficiales como el de Marco Rubio o Mark Waltz, consejero de seguridad, que son de la línea dura. Waltz es promotor de la Ley Bolívar, muy dura con el régimen. A la vez hemos visto la visita de Grenell que ha sentado muy mal porque supone el reconocimiento de Maduro como mandatario, aunque digan que es ilegítimo. Es una señal que contradice las designaciones. Trump es un negociador y asume la Real Politik«, explica Carmen Beatriz Fernández, consultora y experta en marketing político.
Al presidente de EEUU le interesa llegar a acuerdos para que los países de donde proceden los migrantes los acepten de vuelta. En el caso de Venezuela está por ver qué pasará porque la suspensión del Estatus de Protección Temporal afecta a los 300.000 beneficiados en 2023.
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