(25 de abril del 2021. El Venezolano).- Para muchos el sometimiento por más de 60 años por parte del castrocomunismo del pueblo cubano es algo irreversible, pero yo considero, partiendo de la básica necesidad natural humana de la libertad, que mientras haya quien sea reprimido de sus derechos elementales siempre habrá una semilla que a la corta o a la larga germinará en el rompimiento de esas cadenas de odio y resentimiento hacia los ciudadanos de esos pueblos oprimidos. Por más que ya las generaciones actuales han nacido y vivido en la prisión del pensamiento, la expresión y el resto de las potestades del ser, no significa que sus espíritus estén presos, sus mentes están soñando y trabajando por liberarse y liberar a sus conciudadanos para lograr que sus descendientes vivan sin el dominio comunista que a ellos les robó su bienestar.
Este par de sanguijuelas, parásitos sin saciedad, los narcoshermanos Castro Ruiz, convirtieron al noble y digno pueblo cubano en la peor expresión de pobreza de la humanidad. En el año 2011, el partido comunista de Cuba aprobó comenzar una apertura económica que debía garantizar la supervivencia de la narcotiranía Cubana sin la absoluta dependencia de las expensas a costas de “benefactores”. Caída la Unión Soviética, atravesado el período especial de la penuria o hambruna y sustituido Fidel, el capo mayor por Raúl en el 2008 como presidente del Consejo de Estado y del Gobierno, el nuevo capo fue madurando las “reformas económicas”. Pero su inclemencia por tener sometido o esclavizado al pueblo prefirieron no llevar adelante dichas reformas ya que tenían desde el año 2004 la vaca lechera llamada Venezuela que les regalaba de todo empezando por el petróleo, se llegó a saber que suministraban 120 mil barriles diarios y su consumo interno era de 25 mil y revendían el resto, gracias al peor traidor de la patria en toda su historia, el intergaláctico Hugo Chávez Frías. O sea, Cuba llego a ser proveedor de petróleo al mercado internacional sin siquiera producirlo. Eso en materia petrolera y sus derivados, sin incluir los cientos de negocios de medicinas, centrales azucareros, entre miles de intromisiones en asuntos de estado. Ahora después de haber saqueado sin fin a Venezuela lanzándola al foso más profundo de la miseria, están teniendo serias dificultades parecidas a las del período especial en los años 90 y vemos como la nueva generación de Cubanos liderizados por el movimiento San Isidro el cual agrupa, artistas, intelectuales y todo tipo de activistas de los Derechos Humanos.
Este hervidero de ansias de libertad les está dando mucho dolor de cabeza; se están viendo protestas nunca vistas o inusuales y es una gran demostración que en el pueblo Cubano no cesa el deseo de eliminarlos, de construir una sociedad libre. Siempre con el ánimo de que mis reflexiones sean punto de análisis y discusión desde la cárcel del exilio concluyo que si no hubiera sido por el traidor de Hugo Chávez Frías, ya Cuba estuviera libre, el hoy felizmente difunto le dió a los sátrapas Castro 20 años de aliento económico a manos llenas, lo que los aumentó sus cortinas personales sin ayudar al pueblo a mejorar su calidad de vida. Estás manifestaciones por más fuerza y control que se les ejerza son el indicio y el alimento de la esperanza, lo mismo que para nuestra amada patria pues tenemos la certeza de que los pueblos de Venezuela, Cuba y Nicaragua sin duda serán libres de la peor desgracia de la humanidad, el narcocomunismo.
Sembremos denuncias, críticas y discusiones hacia esos atropellos a la dignidad humana en todo lugar y momento, yo lo seguiré haciendo sin pausa con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio “El Gato” Briceño Torrealba