(30 de octubre del 2021. El Venezolano).- Estados Unidos, Francia y Alemania han concluido su reunión en el G20 sobre las negociaciones nucleares con Irán con una petición a la república islámica para que vuelva a la mesa de negociaciones tras manifestar su «inquietud» por el alejamiento de Teherán respecto a los compromisos adquiridos en 2015 con la firma de un acuerdo que pasa uno de sus peores momentos.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller saliente de Alemania, Angela Merkel, han reiterado su «determinación» de que «Irán nunca pueda fabricar o adquirir un arma nuclear», así como su «profunda y creciente preocupación por el ritmo acelerado de las provocadoras medidas nucleares de Irán, como la producción de uranio altamente enriquecido y uranio metálico enriquecido».
«No existe una necesidad civil creíble para que Irán realice estas actividades, importantes ambas para la producción de un arma nuclear», han añadido en el comunicado conjunto publicado en el Elíseo sobre los recientes avances anunciados por la república islámica, que ha manifestado su intención de regresar a las líneas básicas de su programa, de carácter civil según Teherán, tras la retirada unilateral de Estados Unidos en 2018 y la falta de apoyo en su aliados occidentales.
Es por ello que los tres líderes mundiales han vuelto a reiterar que «la situación actual subraya la necesidad de una solución negociada que permita el retorno de Irán y Estados Unidos al respeto del acuerdo», así como para «asentar las bases para la continuación de un diálogo diplomático destinado a resolver otras áreas de preocupación».
Si bien Merkel y Macron han acogido «con agrado» de que el presidente Biden haya dejado en claro su voluntad de reincorporarse al acuerdo, los tres líderes piden a Teherán que «cambie de rumbo» y, concretamente al presidente iraní, Ebrahim Raisi, «reanude un esfuerzo de buena fe para llevar nuestras negociaciones a una conclusión satisfactoria con carácter de urgencia».
Una vez más, los líderes occidentales han supeditado la suspensión de las sanciones contra Irán, restauradas desde la salida de Estados Unidos del acuerdo, al retorno a los términos del pacto. Irán, por su parte, pide lo contrario: el final de estas penalizaciones como condición innegociable para volver a hablar.
En este estado de parálisis, Biden, Merkel y Macron se declaran «decididos a seguir trabajando en estrecha colaboración con la Federación de Rusia, la República Popular de China y la Unión Europea, como coordinadores, para encontrar una solución a este desafío fundamental».