(21 de junio del 2022. El Venezolano).- El caso de una niña de 10 años que quedó embarazada tras ser violada ha provocado una ola de indignación en Brasil, en especial después de que una magistrada le impidiese abortar cuando –con una gestación de 22 semanas– acudió junto a su madre a un hospital de Florianópolis, en el estado de Santa Catarina.
Ocurrió en mayo, pero el caso ha sido revelado ahora por el Portal Catarinas y The Intercept Brasil. La menor tiene ya 29 semanas de embarazo y ha cumplido 11 años.
Cuando la niña llegó al hospital, el centro informó que solo realizaría el procedimiento con autorización de la Justicia porque al parecer, según las normas del hospital, solo se permite realizarlo hasta las 20 semanas de gestación
Sin embargo, la ley brasileña es clara. El aborto está permitido en casos de violación, cuando está en riesgo la vida de la madre o cuando el feto presenta anencefalia.
Una de las médicas que analizó el caso explicó a The Intercept Brasil que la niña corre riesgo de ruptura uterina, anemia, eclampsia y secuelas irreversibles. También consideró que hay pocas posibilidades de que el feto sobreviva, reportó RT.
La magistrada Joana Ribeiro no solo impidió la intervención, sino que mandó a la menor a una casa de acogida ante la sospecha de que la violación pudo producirse en el ámbito familiar y ante el riesgo, según la jueza, «de que la madre efectuase algún procedimiento para provocar la muerte del bebé».
«La situación debe ser evaluada como una forma no solo de protegerla a ella, sino también al feto, si la vida extrauterina es viable», escribió en su informe Ribeiro.
The Intercept Brasil publicó parte de la audiencia de la jueza con la niña, con los rostros y las voces alteradas para preservar su identidad:
«Sabes lo que es la interrupción de un embarazo? ¿Quieres verle nacer?», pregunta la jueza. «No», contesta la niña. A pesar de la negativa, la magistrada sigue insistiendo.
«¿Cuánto tiempo aceptarías quedarte con el bebé en la barriga para que termine de formarse, darle medicamentos para que sus ‘pulmoncitos’ maduren y hacer una retirada anticipada para que otra persona lo cuide, si tú no quieres? ¿No aguantarías un poquito más?», presiona la magistrada hasta conseguir que la niña finalmente consienta.
«¿Crees que el padre [en referencia al violador] del bebé estaría de acuerdo en entregarlo en adopción?», cuestiona en otro momento. «No sé», responde en voz baja la niña.
«Niña no es madre»
Desde que el caso salió a la luz, la etiqueta #criançanãoémãe (niña no es madre) ha ido ganando fuerza en las redes sociales.
«Una niña no es madre. Un violador no es padre», escribió la actriz Taís Araujo.
«Obligar a gestar es tortura. Son niñas, no madres ni incubadoras», destacó otra usuaria.
«No puedo decir lo que pienso de esa jueza porque iría preso. Una niña de 11 años fue violada y se quedó embarazada. La jueza intenta impedir el aborto legal y le llega a decir: ‘¿Crees que el padre del bebé está de acuerdo?’ ¡Padre! ¡Qué odio!», denunció el popular actor y comediante Felipe Neto.
La Justicia de Santa Catarina determinó este martes que la niña vuelva junto a su madre, pero se desconoce si finalmente abortará. Por otro lado, el Consejo Nacional de Justicia informó que investiga la conducta de la magistrada.
Pero este martes, la jueza anunció que deja el caso porque ha sido transferida a otra localidad. Según ella, el traslado es debido a «una promoción» que le confirmaron el pasado 15 de junio, antes de que la polémica estallase.
Según un informe del Foro Brasileño de Seguridad Pública en realizado en colaboración con Unicef, que recoge G1, cerca de 100 niñas y adolescentes de hasta 14 años son violadas cada día en Brasil. Entre 2017 y 2020 se registraron 179.277 casos de violación contra víctimas de hasta 19 años, una media de 45.000 casos por año.