(20 de junio del 2021. El Venezolano).- Hace mucho tiempo que no existe la institucionalidad en Venezuela y viéndolo restrospectivamente estoy convencido de que fue un plan, hubo premeditación, alevosía y ensañamiento, literalmente una acción sostenida de odio hacia los venezolanos que comenzó disfrazada de desmontaje de burocracia o de optimización de la eficiencia de las instituciones para ganar simpatías asociadas al ahorro de nuestros recursos. Pura fantasía y realismo mágico, el resultado 22 años después es de aniquilamiento del respeto a cualquier viso de estatutos, de estado en todo el esplendor de la palabra.
Ni hablar de lo que nos vendieron con las nuevas modalidades de estructura para la seguridad, la Policía Nacional, el CICPC, la DGCIM, un dineral malgastado pues aparte de que sacaron a los profesionales y metieron a los panas malandros en directivas y desiciones, por ejemplo el exesposo de la Narco primera dama. Amén de la «asesoría» y entrega de mandos altos y medios a cubanos, rusos, iraníes, narcoguerrilla. Y como si eso fuera poco, tuvieron la genialidad de liberar al malandraje de peor calaña y entregar armas en los secotres populares para «asegurar y defender a la revolución».
La realidad, el resultado fue más bien la demolición perversa del respeto por los poderes, los debidos procesos, la soberanía.
Demostrado todo esto en la cotidianidad, todo despedazado, los trámites ,el respeto, todo. Muestras en cada esquina, lo más reciente es el alzamiento del malandraje armado por la narcorevolución y cada semana un episodio de desacato a sus antiguos patrones y promotores. Peor que las balaceras, los pranes gobernando y demás espantos, es ver el pasado sábado 12 de los corrientes, a la temerosa y despistada ministra de Interior y Justicia, Carmen Melendez, intentando convencernos del orgullo y regocijo que tiene por el «gran éxito» del operativo que movilizó 1500 hombres en lo que llamó una victoria contundente cuya finalidad era desactivar a la banda que gobierna en la parroquia La Vega de Caracas, asegura además que detuvieron 38 personas y decomisaron armamentos de alto calibre entre otras cosas, inclusive felicitó a las fuerzas involucrados en la actividad por tan espectacular desempeño. No habían pasado 48 horas, o sea, el siguiente lunes, las bandas amanecieron activadas disparando ráfagas de plomo a diestra y siniestra, desalojando inmediatamente a los cuerpos de seguridad que ella había ordenado dejar a título preventivo, con el saldo lamentable de 3 personas inocentes de la comunidad muertas por balas perdidas.
Simplemente la banda de El Coqui de la Cota 905 tiene ramificaciones en La Vega, es una red que genera aumento de sus ingresos por extorsión, tráfico de drogas, secuestro a los comerciantes del sector, ya su pateadero se le hizo pequeño después de ocho años de que los narcoherederos del hoy felizmente difunto haberla convertido en Cuadrante o Zona de » Paz. «
Les dieron entrenamiento militar desde la época de el traidor mayor Hugo Chávez, les dieron armas y les regalaron una “zona de paz” pensando que se harían defensores del régimen. Ahora son enemigos del régimen, de la paz y no sueltan la zona, sino que siguen expandiéndose.
Mi país fue convertido en la peor desgracia que puede tener una sociedad, hay un pran en cada cárcel del país, un jefe de banda criminal en cada zona de paz, la narcoguerrilla colombiana ya instalada en 19 estados del país, presencia de Hezbola, Hamas, o sea, son micro estados controlados por el crimen organizado, sindicatos mineros que controlan la producción del oro en el estado Bolívar.
Veo con aflicción desde la cárcel del exilio que el plan de destrucción llegó a la médula de la institucionalidad, la narcotiranía tiene pacto de coexistencia con todos esos criminales con tal de sostenerse en el poder.
Nicolás Maduro formado por su padre político, Hugo Chávez y el protectorado Cubano, de esa asesoría parasitaria no podíamos esperar menos que la devastación de los valores de la sociedad e imponer
férreamente el resentimiento, odio y el malandraje.
Un país en donde ya eliminaron las escuelas técnicas, es política de estado la destrucción de las universidades autónomas, no se pueden tener otros resultados. La educación dejó de ser prioridad por la revolución porque así mantienen al pueblo en el oscurantismo.
Le pregunto a mis lectores, si todos los venezolanos sabemos que existen lo anteriormente descrito ¿ la salida puede ser elecciones de gobernadores y alcaldes? Ah, les recuerdo que los gobernadores que resulten electos, no podrán manejar lo que queda de las policías en los estados.
Dura e inexplicable realidad que debemos ver de frente y denunciar sin tregua, cómo lo hago a cada instante en mi guerra contra el comunismo, con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA