(10 de febrero del 2025. El Venezolano).- Las dificultades que producen el cerco represivo y la clandestinidad nos motivan a respetar los criterios de María Corina Machado, sin olvidar que el resultado del 28 de julio fue un logro colectivo y que el liderazgo democrático debe alimentarse – dentro de las posibilidades objetivas – del debate y la búsqueda de acuerdos. Sabemos que algunos dirigentes del campo de la alternativa democrática tienen un estilo que no favorece la coordinación y la colaboración entre ellos. En estos momentos, cuando se requiere más unidad, algunos ya prefieren hablar de ruptura y deslinde tratando de calificar su posición descalificando a los otros.
Escrito por Carlos Tablante
Participación o abstención, es un falso dilema. La convocatoria a cualquier evento electoral, en las condiciones actuales, es la continuación del fraude cometido el pasado 28J. El candidato que decida unilateralmente participar en cualquier elección en estas condiciones deberá pasar por el filtro de la trampa de la oligarquía madurista y por lo tanto se verá obligado a acatar las violaciones a la Constitución impuestas por el régimen: persecución y presos políticos, judicialización de los partidos, eliminación de la tarjeta de la MUD, y sobre todo, deberá aceptar que Maduro, el gran perdedor de las elecciones del 28J, sea reconocido como el ganador, ignorando así a Edmundo González como Presidente electo y desconociendo el liderazgo de MCM.
No podemos llamar “elección” a un proceso en el que Maduro decide quienes pueden ser los candidatos y después de realizada la farsa electoral, escoge al ganador de su preferencia utilizando el chantaje y la extorsión a través de ilegales inhabilitaciones.
Fuentes confiables señalan que dirigentes de partidos que forman parte de la PUD se encuentran en conversaciones con el régimen de Maduro – concretamente con Jorge Rodríguez – para buscar acuerdos que les permita sobrevivir con una dicta-blanda.
Sería ingenuo suponer que quienes han estado en el gobierno interino y en la Asamblea Nacional de 2015, y que participaron en la estrategia con la que ganamos las pasadas elecciones presidenciales, van a poder ahora postularse con el aval del régimen como candidatos a ocupar cargos de representación pública, a cambio de nada. Sencillamente, les digo a quienes han entrado en esas negociaciones, que no es viable pretender sobrevivir haciendo política dentro de un régimen que enchufa y desenchufa de acuerdo a los intereses del autócrata y su cleptocracia.
Frente a la amenaza de imponer una nueva Constitución a la medida de los intereses del autócrata, la PUD, MCM, Edmundo González y los distintos factores que conforman la alternativa democrática, debemos declararnos en emergencia y en sesión permanente en defensa de la actual Constitución, haciendo énfasis en el artículo 5, que no es otra cosa que la defensa de la soberanía popular.
La unidad se basa en la diversidad y el régimen tratará por todos los medios de transformar los respiraderos de la pluralidad en grietas para la dispersión de esfuerzos. No los ayudemos en sus objetivos: El liderazgo legítimo tiene el derecho a la iniciativa y el deber de la consulta. La PUD debe promover una posición común ante las jugadas de la autocracia. Es lo coherente. Es lo necesario.
Frente a las aspiraciones maximalistas de un Maduro que pretende quedarse en el poder a como dé lugar, con el apoyo del aparato militar y policial y con una arremetida represiva sistemática contra todo aquel que piense distinto, debemos ratificar nuestra lucha de frente y en todos los frentes para lograr el cambio político urgente que exige la mayoría del país.
A MCM le parece bien que exista una línea de comunicación entre la administración Trump y Maduro, y así lo comentó con motivo de la visita a Caracas de Richard Grenell, enviado especial de la Casa Blanca. Seguramente, al igual que nosotros, ella piensa que por esa vía, además de la presión internacional que realiza Edmundo González con la diáspora venezolana, sumado a los conflictos internos producto de la grave crisis humanitaria que se acentúa en el país, se podría construir un nuevo escenario para negociar una transición hacia la democracia.
Finalmente, creo necesario y urgente que la PUD, Edmundo González y MCM realicen un diálogo con los principales activistas que están dentro y fuera de Venezuela, superando de alguna manera las restricciones técnicas y las amenazas del régimen, para ratificar el compromiso unitario con el mandato de los más de 7 millones de electores que participaron en la elección presidencial del pasado 28J y votaron por el cambio.