(03 de abril del 2020. El Venezolano).- Permanentemente estamos recibiendo informaciones sobre los avances en las investigaciones sobre alguna vacuna y tratamientos efectivos para controlar la expansión de este enemigo increíblemente astuto y agresivo como es covid-19. A su vez estamos informados de las múltiples medidas que se están realizando en los diferentes países siguiendo los consejos de los expertos y para así evitar el mayor daño a sus respectivas poblaciones.
Como han surgido algunos comentarios a veces contradictorios sobre algunos tratamientos hemos consultado la opinión del médico cardiólogo venezolano Dr. José Ildefonso Arocha quien nos expresó lo siguiente: “Como ya es bien conocido, la enfermedad por el virus COVID-19 es una nueva enfermedad infecciosa que se ha ido diseminando rápidamente desde su aparición en Wuhan, China. El virus COVID 19 ha transformado nuestro quehacer cotidiano y es motivo de un bombardeo de noticias, algunas veraces y otras especulativas.
Dentro de estas últimas vale aclarar que los pacientes hipertensos tienen el mismo riesgo de la enfermedad que cualquier persona sana. Es decir, la condición de hipertensión NO favorece el contagio.
Otra polémica que ha despertado mayor interés surge a partir de una carta publicada en una prestigiosa revista científica y muy publicitada, donde se planteaba que los pacientes bajo tratamiento con inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA como enalapril, ramipril, etc) o bloqueadores del receptor de angiotensina (BRA como losartán, valsartán, telmisartán, candesartán, etc) debían ser cambiados a otro tipo de medicación porque los ponía en un mayor riesgo de infección ya que el COVID-19 se une a las células diana a través de la enzima 2 de conversión de angiotensina 2 (ACE2 en inglés o ECA2 en español), que se expresa en las células epiteliales del pulmón, intestino, riñón y vasos sanguíneos, los órganos más afectados por la enfermedad. La densidad de la ECA2 aumenta sustancialmente en pacientes con hipertensión y diabetes tipo 1 o tipo 2, que son tratados con IECA o BRA y ello es producto de una reacción esperada a su uso.
La información que ha generado tal desasosiego no aporta resultados de un estudio o experimento; simplemente plantea una posible pregunta sobre si un tipo de medicamento para la presión arterial y la enfermedad cardiovascular podría aumentar las posibilidades de infecciones graves por COVID-19. No proporciona ninguna evidencia que confirme esto, simplemente sugiere que tal relación debería buscarse. Pero, lamentablemente ha sido divulgada de una forma viral y con fines inconfesables ya que no aporta solución si no más bien crea un problema.
Frente a esta posición, se impone aclarar que también existen una serie de publicaciones científicas que dan fe de todo lo contrario, es decir, los fármacos en entredicho se han utilizado con éxito en el tratamiento de condiciones pulmonares severas.
Bajo estas circunstancias, se impone persuadir a los pacientes de mantener el tratamiento, especialmente si hay antecedente o existe algún riesgo de insuficiencia cardíaca, infarto reciente del miocardio o enfermedad renal diabética, donde estas drogas han demostrado beneficios sustanciales en reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida. Por consiguiente, más bien se corre peligro suspender la protección conferida por ellas.
De hecho, las tres sociedades científicas más prestigiosas del mundo en el área de la cardiología recomiendan que los pacientes en tratamiento con IECA o BRA continúen cumpliendo con la medicación. Permanente se está evaluando la contingencia en base a nuevos datos clínicos disponibles.
En resumen, la posible relación entre IECA y BRA y las infecciones con COVID-19 es, hasta el momento, especulativa. Hacen falta resultados sólidos para definir una conducta sistemática”.
En cuanto a su tratamiento queremos informar que los medicamentos utilizados hasta el momento según la OMS son: 1, El remdesivir, originalmente indicado en el tratamiento del èbola. 2. La cloroquina/ hidoxicloroquina, usado durante muchos años contra la malaria. (En Francia lo han combinado con el antibiótico Azitromizina con aparente buenos resultados). 3. Ritonavir y lopinavir usado contra el HIV. 4.Ritonavir y lopinavir e interferón aplicado en el MERS (sindrome respiratorio del oriente medio).
Y concluimos recordando las medidas preventivas que debemos tomar como: 1. El distanciamiento social y no acudir a lugares concurridos. 2. El lavado de las manos con jabón o solución alcohólica al 60%. 3. El uso del tapaboca en los casos necesarios. 4. Permanecer en casa. Y algo fundamental, tratar de mantener un sistema inmunológico fuerte, por dormir bien, comer bien, mantenerse hidratado, hacer ejercicio y reducir el estrés. Ante cualquier duda o angustia debe consultar a su médico tratante.
Fuente: OMS (Organizaciòn Mundial de la Salud). Dr. J. Ildefonso Arocha. Médico cardiólogo, e-mail: jiarocha@gmail.com