(21 de febrero del 2025. El Venezolano).- Durante años, los líderes europeos se han preocupado por reducir la dependencia de un Estados Unidos caprichoso. El lunes, en una precipitada reunión en París, las preocupaciones dieron paso a la aceptación apesadumbrada de un nuevo mundo en el que el aliado más poderoso de Europa ha empezado a actuar más como un adversario.
El plan del presidente Donald Trump de negociar un acuerdo de paz en Ucrania con el presidente ruso Vladimir Putin, sin invitar ni a los ucranianos ni a los europeos, ha obligado a los aturdidos dirigentes de capitales como Berlín, Londres y París a enfrentarse a una serie de difíciles decisiones, dolorosas concesiones y nuevas y costosas cargas, reseña nota de The NewYork Times.
Ya está sobre la mesa la posibilidad de que el Reino Unido, Francia, Alemania y otros países desplieguen decenas de miles de soldados en Ucrania como fuerzas de la paz. Los gobiernos europeos están afirmando la necesidad de grandes aumentos en sus presupuestos militares, si no el 5 por ciento del producto interno bruto que exige Trump, sí hasta niveles que no se han visto desde los días de la Guerra Fría a principios de la década de 1980.
“Todo el mundo está exaltado en este momento, comprensiblemente”, dijo Lawrence Freedman, profesor emérito de estudios bélicos en el King’s College de Londres. “Lo que está claro es que, pase lo que pase, Europa tendrá que dar un paso adelante”.
Eso podría poner a sus líderes en una situación difícil. Aunque el apoyo público a Ucrania sigue siendo sólido en toda Europa, destinar soldados a una misión potencialmente peligrosa en suelo ucraniano podría convertirse rápidamente en un lastre político interno. Las estimaciones sobre el tamaño de una fuerza de paz varían mucho, pero en cualquier caso, sería una empresa extremadamente costosa en un momento de presupuestos ajustados.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien planteó inicialmente la idea de una fuerza de paz el año pasado —ante el escepticismo generalizado en Europa—, se ha visto debilitado desde que su decisión de convocar elecciones parlamentarias el verano pasado fracasó y le dejó con un gobierno frágil.
Es posible que Alemania no tenga una nueva coalición gobernante hasta semanas después de las elecciones del 23 de febrero. El lunes, su canciller, Olaf Scholz, tachó de “totalmente prematuro” y “muy inapropiado” hablar de fuerzas de la paz, mientras los combates seguían causando estragos.
El primer ministro británico, Keir Starmer, quien no tiene que enfrentarse a los votantes hasta dentro de cuatro años, dijo que el Reino Unido estaba abierto a “poner a nuestros soldados sobre el terreno si fuera necesario”. Pero antiguos oficiales militares dijeron que, tras años de recortes presupuestarios, el ejército británico no estaba equipado para dirigir una misión a gran escala y a largo plazo en Ucrania.