(14 de septiembre del 2021. El Venezolano).- Aunque no vislumbra nada importante en el corto plazo, el dirigente opositor Stalin González, uno de los miembros del equipo negociador en las jornadas que se desarrollan en México con la intermediación de Noruega, tiene la expectativa de lograr pactos con el chavismo para normalizar la vida del país.
A través de una entrevista exclusiva al diario El País, González reiteró que es miembro del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo. En sus años universitarios tuvo que sentarse muchas veces con dirigentes que hoy forman parte del alto mando revolucionario, como Tarek El Aissami y Héctor Rodríguez, para dirimir diferencias. En los últimos meses, opera muy cerca de Henrique Capriles Radonski en la construcción de una agenda que haga énfasis en el abordaje gradual a las diferencias con el chavismo. Hasta el momento, solo se han podido acordar dos resoluciones muy generales sobre la pretendida soberanía venezolana en la Guayana Esequiba y la crisis humanitaria del país.
“No estamos planteando a Maduro una renuncia para mañana. Pero el régimen tampoco puede pretender quedarse ahí toda la vida. Nosotros tenemos derecho a llegar al poder, a disputarlo. Pactemos un cronograma electoral, regresemos las instituciones a Venezuela. El gran objetivo de este esfuerzo es consolidar la convivencia. Acordar un cronograma para dos períodos constitucionales que le dé soporte al proceso”, afirma.
González le otorga a la celebración de las elecciones regionales del 21 de noviembre una importancia estratégica: “Estamos a las puertas de poder lograr la observación internacional y eso nos puede ayudar en el futuro.”
Pregunta. ¿Cómo se ha sido el ambiente de la negociación con la delegación chavista?
Respuesta. Ha sido cordial. Este ha sido el proceso en el cual hay mejor ambiente. Pero los petitorios del régimen tiene el listón muy alto, entraron con una posición maximalista.
P. ¿El Gobierno ofrece apertura para las elecciones regionales y nada más?
R. Las elecciones regionales no están en la negociación. Han planteado un tema de fondo, el económico. Acceder a los derechos especiales de giro del FMI no es un acuerdo parcial, se lo dije a Jorge Rodríguez, es un tema de fondo. Hay que construir un camino para llegar hasta allá. No comenzar por ahí.
P. ¿La delegación opositora tiene discrepancias internas sobre las prioridades de la negociación?
R. No, hay total simetría. El problema es la ejecución. Los compañeros de Voluntad Popular se comportan como si fueran un gobierno. El chavismo ha dado muestras de que quiere discutir cosas, al menos planificar, decidir, pero la ejecución de recursos será de ellos. Es cierto que nosotros desconfiamos mucho de lo que hacen. Estamos proponiendo que entren las agencias internacionales, la Cruz Roja y la ONU, y que pactemos sobre eso una vez que haya acuerdos para liberar los recursos congelados en el exterior.
P. ¿Cómo ha sido la mecánica de trabajo?
R. El único que habla ahí de ellos es Jorge Rodríguez. Se organizaron previamente unas mesas de trabajo mixtas. Iniciamos diálogos sobre la soberanía nacional en el Esequibo (un territorio en disputa entre Guyana y Venezuela desde hace dos siglos), los presos políticos y la economía, que es parte de la agenda de los acuerdos de fondo. Hicimos un intercambio preliminar.
P. ¿Cuándo sería la próxima ronda de negociaciones?
R. El 24 de septiembre. Esperamos profundizar en los acuerdos económicos.
P. ¿Hay posibilidades de acordar algo en esa segunda ronda?
R. No sé si podamos acordar todavía.
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