(18 de enero del 2021. El Venezolano).- El régimen autoritario y siniestro de Nicolás Maduro, ya no se conforma con apagarle la Luz todos los días a millones de venezolanos por su incapacidad para garantizar este servicio fundamental, ahora nos quiere apagar el derecho a la información veraz y objetiva qu e se encuentra consagrado en la permanentemente violada Constitucion mediante el cierre de medios y ataques cibernéticos para evitar que los usuarios accedan a ellos porque sencillamente son independientes y no se alinean con esta ñoña de revolución.
La historia de estos desmanes es de vieja data, casi desde el comienzo mismo de esta desgracia que se inició con ese ser demencial que respondía al nombre de Hugo Chávez quien quería a los medios informativos firmes y a discreción, y en una oportunidad manifestó que le sabía a pupu cuantas verdades se expresaran sobre sus inclinaciones totalitarias y mando a los dueños de los impresos a que “agarren sus medios, los doblan bien dobladitos, y se los meten por el bolsillo de atrás”, demostrando con ello un desprecio total por lo que es la opinión pública.
Sus ataques concretos los puso en marcha cuando se acercaba el fin de la concesión de la emisora pionera de la televisión en el país , Radio Caracas Televisión, que ya no se trataba de ser un medio de propiedad privada sino que se había convertido en algo que se podía calificar muy bien cómo un patrimonio de los venezolanos, independientemente de los errores cometidos por sus dueños. Luego vinieron los ataques contra Globovisión , estación dedicada exclusivamente a difundir informaciones de todo orden y a la que calificó como “plomovision” porque destacaban el incumplimiento de promesas,
Slas inconsistencias y corruptelas que desde muy temprano marcaron la conducta de su régimen, caracterizadas por el robo descarado con el Plan Bolívar 2000 y decenas de hechos contra la cosa pública cometidos por funcionarios militares y civiles de su gobierno. Los ataques y presiones a este medio fueron de tal magnitud que obligaron a sus propietarios a negociarlos con los boliburgueses que comenzaron a formarse alrededor de la revolución para ponerla a su servicio. Luego vinieron los cierres masivos de emisoras de radio con la manida excusa del fin de las concesiones cuando no tenían que hacer otra cosa que renovar las mismas.
Y que de los ataques, persecuciones y agresiones de periodistas y comunicadores a quienes Chávez obligaba a dueños de medios a despedir porque le eran incómodos por decir verdades. No se le escapó un hombre que siempre fue de pensamiento socialista y que se había ganado la admiración de los venezolanos por su ingenioso trabajo como caricaturista. Se trató de Pedro León Zapata, quien fue objeto de la furia revolucionaria de Chávez porque publico una caricatura en el diario El Nacional que presentaba una gorra militar con una mano en actitud de !firme! y un sable que identificaba claramente al tirano en ciernes , y rezaba así: ” A mi me gusta la sociedad civil, firme y a discreción”. Recuerdo muy bien que el día de la publicación del trabajo periodístico de Zapata , Chávez , nuevamente encadenado cómo era costumbre, le espetó: “Zapata, cuánto te pagaron por esa caricatura”. Este hecho, movió al conocido humorista a participar en la siguiente marcha promovida por la oposición contra las prácticas totalitarias de Hugo Chávez.
Vinieron luego las persecuciones contra el Diario El Nacional y el medio digital La Patilla, objetos de ilegales juicios por el arrodillado Tribunal Supremo de Juaticia e incoados por ese “gran” revolucionario llamado Diosdado por el simple hecho de haber replicado una información publicada por el Diario El País, de España, donde se señalaba al interfecto de cosas no muy santas. Sacaron de la cablera Desde hace un tiempo a CNN internacional e importantes canales informativos colombianos , y recientemente allanaron e incautaron los equipos a Venezolanos Por la Información , televisora digital independiente que le puya los ojos al ré gimen con las verdades que publica, cerraron por cinco días al Diario Panorama y atacaron ciberneticamente al diario Tal Cual para evitar que salga publicado en la web.
A Nicolás le gustan unos medios que hagan lo que hace el canal del estado, que fue de todos los venezolanos y ahora está secuestrado por la revolución donde no se ven los apagones que dejan a cada rato sin servicio eléctrico al pueblo venezolano , como tampoco existen los problemas generalizados de escasez de agua, donde no se ve la protesta diaria de los venezolanos por el hambre que padecen a causa de la hiperinflaacion que tiene a los trabajadores ganando menos de un dólar mensual como salario mínimo y muchos menos las lamentables escenas de venezolanos comiendo de la basura en la Venezuela petrolera y revolucionaria.
Es la hegemonía comunicacional planteada por ese gran traidor de Andres Izarra, yerno de Antonio Ledesma, quien se encontraba de Caballo de Troya laborando en Radio Caracas Televisión para convertirse luego en uno de los grandes acusadores y punta de lanza contra el medio televisivo para provocar el cierre del mismo incautándo equipos y toda la plataforma tecnológica para montar un parapeto que ya nadie se recuerda ni cómo se llama pero “Tves” muy mal .
Un solo medio, todos en uno, un mismo mensaje, manipulación de la información y ocultamiento de esta, según la tesis de Rizarra, como lo bautizara el conocido analista político Nelson Bocaranda por las risotadas que expelía este canalla cuando le decían las verdades. Hoy, Rizarra, vive la gran vida en los Alpes Suizos al lado de su esposa, disfrutando lo obtenido en la rapiña revolucionaria.
Ya no hay medios impresos porque, o están quebrados producto de la ruina general del país que refleja la ruína de la información en Venezuela, o no tienen papel periódico porque este lo monopoliza el régimen y solo lo entregan a los medios a su servicio que ni de papel sanitario los quiere la gente como son Vea y el Correo del Orinoco.