(22 de juliode 2019. El Venezolano).- Ver el mundo desde el cristal de un artista es maravilloso, genera muchas satisfacciones, y ese es el caso del fotógrafo venezolano Anthony Sleiman, quien al igual que muchos otros compatriotas hace gala por el mundo de su talento, al ganar recientemente el premio “Capture Doral”, que otorga la alcaldía de Doral, del condado de Florida en Estados Unidos, por un conjunto de fotos hechas a la ciudad de Doral en la que trataba de mostrar su cultura, arquitectura y ámbito social.
Anthony se ha especializado en el paisajismo y la astrofotografía, dos tipos de fotografía fuertemente vinculados a su espíritu aventurero y su amor por la naturaleza.
«Este premio está dedicado a la expresión artística, la técnica y la perspectiva fotográfica«, dijo. Y sin lugar a dudas, es su pasión en la captura de imágenes de lugares naturales extraordinarios, y su gran amor por la naturaleza, lo que le hicieron merecedor del primer lugar del concurso, superando a otros 30 fotógrafos profesionales de distintas nacionalidades y más experiencia.
De Los Teques a EE.UU.
Sleiman nació en Los Teques, estado Miranda. Con apenas 26 años, es licenciado en administración de empresas, graduado magna cum laude de la Universidad Internacional de La Florida, y ya cuenta con dos especialidades, en Negocios Internacionales y Marketing.
«Tengo cinco años en Estados Unidos. Trabajo como coordinador de marketing en una empresa llamada Atlantic Broadband. Sin embargo, mi trabajo no ha sido impedimento para pasar días capturando imágenes de paisajes coloridos y llenos de vida, o desvelarme bajo las estrellas, capturando con mi cámara la vía láctea y las líneas del cielo luminoso que tanto me llenan de inspiración», detalló.
La curiosidad y deseo de aventura, han llevado a este joven venezolano a explorar espacios naturales extraordinarios. Hace dos años recibió en Venezuela el premio Tacarigua de Oro al mejor fotógrafo paisajista del año.
En la Florida se ha dedicado a descubrir y explorar distintos bosques y parques nacionales, especialmente el parque nacional de los Everglades, donde ha pasado la mayor parte de su tiempo y entrenamiento acampando, explorando y aprendiendo sobre la vida salvaje, plantas y riesgos de cada lugar.
La Nikon de su papá
Podríamos decir que desde los 15 años Anthony Sleiman comenzó a sumergirse en este mundo de la fotografía, cuando su padre compró una cámara Nikon. No obstante, practicaba con poca frecuencia. Hace dos años decidió aprender más sobre las imágenes y comenzó a desarrollar su estilo en este arte a través de vídeos y libros online. Hoy reconoce que todo lo que ha aprendido se debe además, a las muchas horas de práctica detrás del lente.
Pero es que este joven, ejemplo de constancia y tenacidad, antes de portar una cámara se hizo músico, también toca el piano y la guitarra con fluidez. En Venezuela esa era su forma de expresarse y “olvidarse del mundo por un momento” –comentó-, pero desde que descubrió la fotografía se ha ido más por este estilo de arte.
Su familia, es parte de esa motivación, y confiesa que su entusiasmo crece cuando puede mostrar a sus padres a través de las fotografías, esos lugares increíbles que recorre y explora. “Me emociona cuando les cuento sobre cada una de las historias de mis aventuras y les puedo transmitir lo que yo sentí al momento de hacer cada fotografía”, expresa con alegría.
Mirando el futuro
Actualmente este joven fotógrafo venezolano sigue evolucionando y renovándose, por lo que está desarrollando otros proyectos en esta misma área, como el “Everglades After Dark” y “Painting The Everglades”, trabajos dedicados a difundir la belleza de este parque nacional e incentivar tanto a los turistas como a los habitantes cercanos, a conocer sobre su ecosistema único en el mundo, sobre la magia y fantasía que contiene la reserva natural del Sur de la Florida, habitad de cientos de especies animales.