(31 de marzo del 2025. El Venezolano).- El presidente José Antonio Páez, el 30 de diciembre de 1830, decretó que, a los efectos de una mayor fluidez del comercio, se permitiría la libre circulación de monedas pertenecientes a Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Irlanda, Portugal, Holanda, Rusia, Suecia, Bremen y Hamburgo, con sus correspondientes valores de conversión a centavos Macuquinos.
La circulación legal de las monedas extranjeras en Venezuela tuvo su protagonismo por más de medio siglo y solo pudo ponerse punto final bajo el gobierno de Guzmán Blanco, cuando por Decreto Presidencial del 31 de marzo de 1879 se creó el Bolívar de Plata.
Este decreto no solo prohibió la circulación de monedas extranjeras, sino que también marcó un golpe significativo al dólar estadounidense, que ya había ganado terreno como una de las monedas más importantes en la economía local. Además, el decreto consolidó la figura de Simón Bolívar como símbolo monetario, dando inicio a una era de esplendor para la moneda nacional.
Sin embargo, el Bolívar, que alguna vez fue un emblema de estabilidad y orgullo nacional, ha enfrentado un declive sin precedentes en las últimas décadas. Bajo el gobierno de Nicolás Maduro, la moneda ha sufrido una pérdida total de su valor real, impulsada por una hiperinflación devastadora que ha erosionado el poder adquisitivo de los venezolanos.
El reciente episodio de las elecciones del 28 de julio, en las que Edmundo Gonzalo Urrutia resultó ganador, pero el gobierno actual se mantuvo en el poder de manera irrita, ha generado una nueva ola de incertidumbre económica y social, que de hecho ha precipitado de nuevo la caída del bolívar ante el dólar.
De aquel Bolívar de plata al de papel donde se mantiene en vida agonizante, ha habido un recorrido nada fácil. La historia del Bolívar es un reflejo de los altibajos de la nación venezolana, desde su consolidación como símbolo de unidad hasta su lucha actual por sobrevivir en un entorno de crisis políticas, jamás visto en nuestra democracia, habrá que preguntarse sí definitivamente logrará su existencia.