(21 de mayo del 2025. El Venezolano).- Con temperaturas que superan los 100 grados Fahrenheit y veranos que se extienden por más meses cada año, Florida se ha convertido en uno de los epicentros de la crisis climática en Estados Unidos. Sin embargo, en lugar de reforzar las protecciones para quienes más lo necesitan, el estado ha dado pasos en sentido contrario. Una ley estatal prohíbe que los gobiernos locales establezcan medidas básicas de seguridad para los trabajadores al aire libre —como acceso al agua, sombra o descansos—, dejando a miles de empleados expuestos en plena temporada de calor extremo, mientras la administración Trump congela esfuerzos federales para prevenir enfermedades relacionadas con el calor.
Prohibido proteger del calor
El 1.º de julio de 2024 entró en vigor en Florida la ley HB 433, firmada por el gobernador Ron DeSantis. La legislación prohíbe a ciudades y condados exigir a los empleadores que ofrezcan acceso a agua potable, pausas a la sombra o descansos regulares para prevenir golpes de calor, aun cuando las temperaturas alcancen niveles peligrosos.
“Es una ley cruel”, denunció Oscar Londoño, director ejecutivo de WeCount!, una organización que defiende a trabajadores inmigrantes del sur de Florida. “Los trabajadores agrícolas, de la construcción y jardineros están en la primera línea de esta crisis climática, pero en lugar de cuidarlos, se les despoja de protecciones básicas”, dijo Londoño.
Londoño lideró la campaña ¡Qué Calor!, que desde 2021 ha pedido ordenanzas municipales para proteger a trabajadores expuestos al calor extremo. Con la nueva ley estatal, esos esfuerzos quedaron anulados.
La representante estatal Tiffany Esposito, patrocinadora del proyecto de ley (HB 433) anteriormente dijo que el objetivo del proyecto de ley es evitar que diferentes condados y ciudades tengan diferentes regulaciones.
Washington detiene las protecciones
A nivel federal, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) había propuesto en 2024 una norma nacional para proteger a los trabajadores de interiores y exteriores frente al calor. La medida incluía acceso obligatorio a agua, descansos y sombra, además de la implementación de planes de respuesta ante emergencias por calor.
Sin embargo, desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025, esa propuesta fue congelada, al igual que otras regulaciones ambientales. En abril, la nueva administración ordenó la revisión de todas las reglas pendientes en OSHA y el Departamento de Trabajo, frenando la implementación del estándar de calor, pese a que Estados Unidos se encamina a registrar uno de sus años más calurosos.
“La administración Trump no solo ha paralizado protecciones básicas, sino que ha debilitado a la agencia encargada de hacerlas cumplir”, advirtió Jordan Barab, exsubsecretario adjunto de OSHA bajo el gobierno de Obama. Según Barab, OSHA cuenta con apenas un inspector por cada 85,000 trabajadores en el país.
Datos alarmantes
El calor extremo es la principal causa de muerte relacionada con el clima en Estados Unidos. Entre 2011 y 2022, al menos 479 trabajadores murieron por causas vinculadas al calor, y más de 34,000 sufrieron lesiones, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Virginia Pablo, trabajadora de vivero y miembro de WeCount!, cuenta su experiencia. “El descanso para nosotros como trabajadores al aire libre es esencial para proteger nuestra salud. Pero desafortunadamente, me han negado un descanso en muchas ocasiones. En otras ocasiones, los supervisores me han dicho que, si queríamos agua, deberíamos haberla traído de casa”.
En ciudades como Miami y Homestead —pese a la ley estatal— han reiterado su compromiso con la seguridad laboral. Algunos empleadores privados, especialmente en el sector agrícola, han implementado voluntariamente planes de aclimatación y capacitación sobre golpes de calor, aunque sin obligación legal.