(07 de abril del 2024. El Venezolano).- Parece chiste pero es una realidad asombrosamente triste y dolorosa lo que sucede en nuestra patria con esta mafia heredera del traidor mayor hoy felizmente difunto, no solo el malvivir al que han sometido a nuestra gente, sin servicios y condiciones de vida eficientes, haciéndolos regresar a la época de las cavernas, retrocediendo en todos los aspectos de la vida cotidiana, sino en el destrozo sin miramientos del marco jurídico, todos los estamentos legales y la mira de sus rifles narcocomunistas puestas en el desmantelamiento de la democracia hasta hacerla añicos.
Por José Briceño
Hoy en día es una realidad sin discusión que no hay rastros de libertades en nuestro país, no queda nada que nos permita confiar en que alguien que no coincida con la tiranía pueda opinar, pueda protestar ni mucho menos enfrentar a estos indeseables que avergüenzan el gentilicio venezolano, son lo peor de lo peor, el bagazo, el pellejo, el despojo de una clase de personajes sacados de quien sabe dónde pues ni los peores seres infrahumanos de historias escritas, se comparan con tanta bajeza y atrocidad.
Cada día que pasa los hechos y acontecimientos en Venezuela muestran situaciones que se creían impensables, recuerdo cuando la narrativa de Hugo Chávez en el año 1999 fue la profundización de la democracia, o sea, más democracia lo que fue uno de los ganchos para cautivar a la mayoría de la población que añoraba un cambio.
25 años después, sin relatar las inmensas e incontables cantidades de atropellos y violaciones a la Constitución y a los Derechos Humanos, llegamos a ver lo último, aconteció la increíble e inaudita desfachatez o atropello de no permitir la inscripción ante el Consejo Nacional Electoral de una ciudadana incólume, como la filósofa y catedrática Corina Yoris, como candidata a la presidencia de la República. Lo más dantesco es que ninguno de los cinco rectores le dieron una explicación a los venezolanos y al mundo de los motivos del rechazo de dicha inscripción y con sobradas razones pudimos ver los más furibundos aliados de Nicolás Maduro, reconocidos guerrilleros.