(23 de julio del 2025. El Venezolano).- Según las estadísticas locales, cuatro personas mueren cada año en Alemania al ser alcanzadas por un rayo. ¿Tienen los árboles la misma (mala) suerte?
Investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) han desarrollado por primera vez un modelo matemático que muestra cuántos árboles sufren cada año daños tan graves por estas descargas eléctricas que mueren. Su conclusión: «el impacto de los rayos en los bosques se ha subestimado hasta ahora», resume un comunicado de la universidad.
«No solo podemos estimar cuántos árboles mueren anualmente debido a los rayos, sino también en qué regiones estos eventos ocurren con mayor frecuencia y qué consecuencias tienen para el almacenamiento global de carbono y la estructura forestal», explica Andreas Krause, autor principal del estudio, publicado por la revista científica Global Change Biology, reseña DW.
Según los resultados de esta investigación, 320 millones de árboles en todo el mundo mueren anualmente como resultado directo de la caída de rayos. Sin contar las pérdidas de árboles causadas por incendios provocados por rayos, que sumarían cifras que no se incluyen en esta estadística.
En el futuro, este daño directo por rayos podría aumentar debido al aumento de tormentas eléctricas, advierte el equipo de investigación.
«Dado que la mayoría de los modelos climáticos asumen que habrá más rayos en el futuro, vale la pena prestar más atención a este aspecto, hasta ahora descuidado», afirma Krause, citado por la agencia de noticias KNA. Actualmente, la mortalidad por rayos es particularmente alta en los trópicos. «Los rayos son un agente perturbador importante, aunque a menudo ignorado, en los ecosistemas forestales. Investigaciones recientes realizadas en Panamá sugieren que los rayos son una de las principales causas de mortalidad de árboles grandes en los bosques tropicales», precisan los autores.
Espacialmente, la mortalidad por rayos estimada por los investigadores de Múnich es mayor en los bosques tropicales de África. Sin embargo, los modelos asumen que la frecuencia de los rayos aumentará, especialmente en latitudes medias y altas. Por lo tanto, los rayos podrían desempeñar un papel cada vez más importante en los ecosistemas forestales a escala global en el futuro.