(02 de abril del 2021. El Venezolano).- El poeta venezolano Gabriel Urrutia presentó este sábado 21 de marzo la segunda edición de su libro Prosario para leer desde el exilio. La actividad fue a través de un Live de Instagram junto con Manuel Ignacio Cornejo, co-fundador y CEO en Gestión Editorial de Ediciones Daimon Ediciones Daimon, editorial argentina con la que se realizó la preparación de la nueva entrega.
Prosario para leer desde el exilio tuvo su primera edición en 2016 de la mano de Negro Sobre Blanco, en una edición de tiraje corto y con una presencia mayormente en el territorio venezolano.
La novedad del nuevo libro es ser editado netamente a través del sistema de venta de Amazon.com, lo cual asegura una mayor presencia a nivel mundial y de acceso a todos los venezolanos que están esparcidos por el mundo, además, para esta nueva edición, algunos textos fueron reorganizados y se incluyó un prólogo realizado por el poeta y editor venezolano Zakarias Zafra, quien actualmente escribe en The Washington Post en español.
Además, Prosario para leer desde el exilio, fue incluido este semestre en la cátedra Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!: La poesía hispanoamericana contemporánea que forma parte del posgrado en “Filología y letras hispanas” de la Universidad de Auburn – Alabama.
Esta es la valoración de Zafra: “Gabriel Urrutia inventa un paseo por el plano continuo de sus dos ciudades. Por su cuerpo sin límites. Por sus palabras legibles para todos los ciudadanos de ninguna parte. Es la patria de la agonía frente a la ciudad que se mueve”.
Prosario para leer desde el exilio no es más que un autor viéndose a sí mismo sin querer dejar ni un solo recuerdo fuera de la maleta, sin querer soltar ni dejar atrás lo que ha construido en el país que lo vio nacer y se refugia en la poesía, que al fin y al cabo es la nostalgia del alma de quien se vio forzado a irse y que sueña día a día con el recuentro, que dejó sobre la mesa su taza favorita repleta de café y que se da cuenta de que lo que añora no es ni el néctar, ni la taza, sino quien lo servía.
Versión Final