(07 de marzo del 2021. El Venezolano).- Todos los virus, incluido el SARS-CoV-2 causante de COVID-19, cambian con el paso del tiempo. La aparición de mutaciones es natural y el surgimiento de la variante brasileña o P.1, que ya llegó a Venezuela, es una muestra más de que este coronavirus no ha sido la excepción.
En el mundo se ha evidenciado la división del SARS-CoV-2 en distintos grupos genéticos o linajes, dentro de los cuales ha habido mutaciones que han dado origen a las variantes.
Hasta comienzos de marzo de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado sobre tres variantes del SARS-CoV-2 que han causado preocupación por su potencial impacto sobre la salud pública: la variante detectada en Reino Unido (VOC 202012/01, linaje B.1.1.7), la variante identificada en Sudáfrica (501Y.V2, linaje B.1.351) y la variante brasileña (P.1, linaje B.1.1.28.1).
Este 3 de marzo de 2021 se confirmó la presencia de la P.1 o variante brasileña en Venezuela, con casos en Caracas, Miranda y Bolívar. ¿Qué debemos saber y qué podemos esperar?
Su origen
El 9 de enero de 2021, Japón notificó a la OMS la aparición de una variante, detectada en cuatro viajeros que aterrizaron en Tokio el 2 de enero procedentes de Brasil. Investigadores de Brasil informaron que esta variante (inicialmente llamada B.1.1.248 y ahora denominada P.1) se había identificado en diciembre de 2020 en Manaos, la mayor ciudad del estado de Amazonas, al noroeste del territorio brasileño.
En Manaos, un grupo de investigadores observó un aumento en la proporción de casos de la variante P.1: en diciembre de 2020, los casos de P.1 representaban el 52,2 %, mientras que en enero de 2021 esta proporción aumentó a 85,4 %, resume la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su última actualización epidemiológica sobre las variantes en la región.
De acuerdo con un estudio preliminar realizado por la Universidad de Sao Paulo, la Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres, se estima que la variante P.1 ha circulado en Manaos desde principios de noviembre de 2020, mientras que la primera infección se confirmó el 6 de diciembre de 2020.
¿En qué consiste la variante P.1?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos destacan que las variantes “parecen propagarse con mayor facilidad y rapidez”, lo que podría generar más casos de COVID-19, que a su vez puede implicar más hospitalizaciones y por ende generar más muertes.
La variante brasileña o P.1 tiene 17 mutaciones, que incluyen tres mutaciones en el dominio de unión a receptor de la proteína de la espiga (spike), de interés en común con la variante 501Y.V2 detectada en Sudáfrica. A estas mutaciones se les conoce como K417N, E484K y N501Y, y pueden afectar la transmisibilidad y respuesta inmune del huésped, según la OMS.
Flor Pujol, bióloga experta en virología molecular e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), explica que la variante detectada en Reino Unido, que mostró más transmisibilidad, comparte con las otras dos variantes la mutación N501Y en la proteína de la espiga, asociada con el incremento de la transmisibilidad.
“La proteína de la espiga es la que se une al receptor celular: es como la llave que entra en la cerradura para que se abra la puerta de la célula. Entonces al haber una mayor afinidad, el virus entra más fácilmente a la célula. ¿Qué es lo que se observa con estas variantes? Cargas virales altas, más altas que con las de los virus que ya estaban circulando. Una mayor carga viral podría favorecer la posibilidad de contagio”, dijo a Efecto Cocuyo.
Pero la mutación E484K que comparten las variantes de Sudáfrica y Brasil genera un problema adicional: se relaciona con la capacidad de evadir la respuesta de los anticuerpos, lo que indica que, aunque la persona tenga una buena respuesta protectora, la reinfección es posible.
“La respuesta que uno produce de anticuerpos, la respuesta protectora, tiene un título de anticuerpos y esa respuesta es menos eficiente contra estas variantes”, añadió Pujol.
Según el estudio preliminar de las universidades de Sao Paulo, Oxford y el Imperial College, se estima que la variante P.1 es entre 1.4 y 2.2 veces más transmisible que otras.
También calculan que puede evadir entre 25 % y 61 % la inmunidad protectora conferida por una infección previa de COVID-19 por otro linaje: lo que indica que de cada 100 personas que ya estuvieron infectadas por otros linajes en Manaos, entre 25 y 61 pudieran reinfectarse, de acuerdo con los hallazgos.
Aún falta verificar la relación entre las variantes y la inmunidad celular, otra herramienta de protección del sistema inmune, que puede impedir que el virus se propague igual que antes, lo que puede representar si hay infección, esta no será tan grave.
¿Dónde circula?
Diez países y territorios de la región de las Américas habían confirmado la presencia de esta variante brasileña P.1 hasta el 3 de marzo: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Guyana Francesa, México, Perú, Estados Unidos y ahora Venezuela.
Brasil, Perú y Colombia eran los únicos países con transmisión comunitaria de la variante P.1, según la actualización epidemiológica semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 2 de marzo de 2021.
Antes de sumar a Venezuela, 29 países de los seis continentes habían reportado casos: 17 confirmaron casos importados y otros nueve aún no han verificado el tipo de transmisión.