(16 de julio del 2025. El Venezolano).- El tema de las migraciones bajo la administración Trump sigue siendo el mas candente en lo que va de su segunda gestión presidencial, con unos a favor y una mayoría en contra. A esta realidad surge la iniciativa de Ley «Dignidad» presentada por las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos y que según fuentes mediáticas contaría con el aval de éste, lo que de igual manera genera controversias sobre su accionar de apoyarla o no una vez votada.
Esta iniciativa la impulsó años atrás la congresista republicana de La Florida María Elvira Salazar, y ha reposado sobre los escritorios de congresistas en espera de un mejor destino, el cual llegó luego de que esta cabildeara con congresistas Demócratas entre ellas, Verónica Escobar; ambas junto a otros le han dado la vuelta removiendola y modificandola en varios aspectos, habiendo sido ya dada a conocer públicamente el pasado 15 de Julio de 2025 en los corredores verduscos de las afueras del Capitolio, bajo un Sol criminal que se dejó tender sobre las frentes de una treintena de congresistas, periodistas e hispanos que se hicieron presentes para acuerpar la propuesta.
Esta iniciativa de la ley Dignidad ahora bipartidista y actualizada (HR 3599), formulada para componer el complejo sistema de inmigración del país más próspero y poderoso del mundo, que conlleva defectos y aspectos atemporales a la actual modernidad y su acelerado proceso social y tecnológico, independientemente de su destino final, que esperamos en base a la empatía y compasión política logre su aprobación, mantiene una fuerte carga histórica y trascendente, no solo por ser la primera en su irrupción cameral, sino por el inmenso alivio que traerá a miles y millones de hispanos quienes han llegado a este país, no únicamente guiados por la estrella luminosa del «sueño americano», sino para encontrar trabajo y oportunidades que en sus países jamás tendrían.
También tiene otra característica importante, es la primera propuesta migratoria presentada por el Congreso en más de diez años.
La propuesta en sus filamentos técnicos consta de cuatro áreas siendo todas de gran sensibilidad para los migrantes: Detener la inmigración ilegal; proporcionar una solución digna para los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos; fortalecer la fuerza laboral y la economía estadounidense, y garantizar que Estados Unidos siga siendo próspero y competitivo en el futuro.
La Ley esta inspirada en los principios bíblicos de Dignidad y Redención, lo que le da un acentuado calor humanitario, fervoroso y propio de los valores esenciales de la nación estadounidense. Pero tampoco es un manifiesto religioso ni una amnistía. Escarbando en sus orígenes, me entero de que fue redactada luego de múltiples consultas con líderes empresariales estadounidenses, industrias agrícolas y ganaderas, la comunidad religiosa, grupos de reforma migratoria y expertos en seguridad fronteriza, lo que le da un espíritu de solvencia jurídica y humanitaria acorde a la dura realidad.
«Nuestro sistema de inmigración fallido está frustrando a los estadounidenses, causando sufrimiento a la gente y fracturando a nuestro país, económica, moral, social y políticamente. Hace mucho tiempo que se necesita una solución», dijo la representante Salazar el día de su presentación oficial, expresando además, su satisfacción al presentar la nueva y mejorada Ley Dignidad bipartidista. Este proyecto de ley otorga dignidad a los agentes fronterizos que necesitan apoyo, a los creadores de empleos que necesitan empleados, al pueblo estadounidense que necesita fronteras seguras y a aquellos que actualmente viven en las sombras.
En la presentación hubo testimonios de parte de congresistas Republicanos y Demócratas, sorprendentes, vistosos y llenos de idiosincrasia y fibra humana mezclada entre estadounidenses e hispanos, —-lo que resalta con más bríos que entre los nacidos en éste ‘pais de paises’ y personas de otras minorías establecidas aquí—.
Este hecho, innegable desde toda óptica, simboliza la mas alta y solida integración sanguínea entre dos culturas, divididas por el idioma (inglés versus español), pero unidas por un mismo continente, América. Y americanos, de polo Norte a polo Sur, somos todos.
Otros aspectos significativos vienen a ser mano dura contra migrantes con antecedentes delictivos, en lo que coinciden todas las iniciativas vinculadas al tema migratorio. Y también acelera los casos de asilo, que de por sí conllevan ahora demasiado tiempo sin que a los solicitantes se les defina su situación; por otra parte crea un estatus de protección inmediata y un «camino simplificado» para los Dreamers y los beneficiarios del TPS, entre otros tantos beneficios.
María Elvira también antes de concluir sus palabras, pidió al presidente Trump respaldar esta iniciativa, lo cual demuestra que a lo interno del partido Republicano el debate está en capilla ardiente. Como lo está en el otro partido, el Demócrata así como a nivel nacional y hasta continental, justo ahora cuando las redadas y deportaciones, unas justificadas en aquellos que han cometido hechos violatorios y otras no, como suele suceder a veces en personas inocentes, están a la orden del día.
Que la ley impere y que esta propuesta ‘Dignidad’, dignifique a quienes desde el poder político, dignen con sus hechos y sus Derechos Humanos la prolifica herencia humana de la gran nación de los Estados Unidos de América. Amén.