(6 de julio de 2019. El Venezolano).- El régimen madurista prolonga el sufrimiento de la familia de Rafael Acosta Arévalo. A más de una semana del asesinato del capitán de la Armada venezolana, quien murió bajo custodia de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), las autoridades se niegan a entregar su cuerpo.
El cadáver del militar fue ingresado a la morgue de Bello Monte, en Caracas, el pasado sábado 29 de junio, donde le realizaron la autopsia correspondiente mediante la que se determinó que falleció tras ser severamente torturado por efectivos de la Dgcim. Tras el procedimiento se evidenció, entro otras cosas, que tenía 16 costillas fracturadas.
El viernes 5 de julio la defensa de la familia de Acosta Arévalo, encabezada por el abogado Alonso Medina Roa, pidió a la Iglesia Católica que interceda ante las autoridades maduristas para que entreguen el cuerpo del capitán de corbeta y puedan «darle santa sepultura».
«Ocho días y aún no entregan el cuerpo de mi esposo ¿no se cansan de hacernos daño?«, dijo este sábado Waleswka Pérez, viuda de Acosta Arévalo. «No respetaron ni un pedacito del cuerpo de mi esposo. Desaparición forzada, tortura, asesinato ¡Exigimos justicia! No solamente para Rafael, sino para cada venezolano víctima del régimen».
Por su parte, la diputada de la Asamblea Nacional (AN), Delsa Solórzano, también se pronunció respecto a la situación. «Reiteramos llamado de urgencia a organismos internacionales, vista la falta absoluta de justicia en Venezuela. La fiscal tercera nacional Josefin Bravo Carrillo, se niega a entregar el cuerpo del capitán Acosta Arévalo».
El asesinato del capitán a manos del régimen madurista no solo conmocionó a los venezolanos. La comunidad internacional, incluida la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, rechazó este crimen y pidió una investigación profunda, rápida e independiente.